En primer lugar, una aclaración. No nos referimos ni mucho menos a la generalidad del catolicismo, sino a un sector “muy católico” concreto.
Nos referimos al que representan conocidas revistas alineadas (¿alienadas?) con la jerarquía católico-vaticana.
En ellas podemos leer el titular “Es tiempo de reconocer que Estados Unidos ya no es más un país de mayoría protestante”. Para ello se basan en el último Atlas Global del Cristianismo, que ofrece datos sobre los porcentajes de cristianos presentes en países como Estados Unidos, tradicionalmente considerado de mayoría protestante.
Para ellos, considerando singularmente a los grupos protestantes, se ha perdido la mayoría de presencia protestante en EEUU ¿Por qué? Porque no sólo la cantidad, sino la calidad de las ideas de muchos de muchos grupos protestantes son, en el mejor de los casos, de un cierto barniz protestante, pero están alejadas de los valores éticos y teológicos del Evangelio.
No podemos afirmar hasta qué punto existe o no mayoría protestante en EEUU, pero no podemos sino coincidir en que la creencia comprometida del Evangelio de Jesús es claramente reducida en los grupos protestantes “históricamente tradicionales”. En Estadois Unidos y en todo el mundo occidental. Así lo hemos publicado nosotros mismos en el contenido de noticias y artículos.
Sin embargo creemos necesario resaltar dos aspectos que no se tienen en cuenta en esta afirmación. Uno es el enorme crecimiento exponencial de iglesias evangélicas pentecostales (mucho mayor, desde luego, que el del catolicismo en Norteamérica). Otro, que aún a pesar de este decrecimiento de grupos históricos protestantes, la presencia protestante en la cultura norteamericana es abrumadoramente mayor que en los muy católicos países de España e Italia (comparen las manifestaciones, posiciones, y participaciones religiosas y estilo de vida de Obama con Zapatero (o Rajoy), y Berlusconi, sin querer ofender a nadie).
Y aquí está la hipocresía y el doble rasero. Se cuestiona la práctica protestante -que es perfectamente cuestionable– en EEUU pero no la de situaciones equivalentes del catolicismo como son Italia o España. Países estos últimos donde la natalidad desciende en familias “católicas” de manera similar a la de otras que no acatan las normas de anticoncepción del Vaticano; con partidos y abundancia de personajes políticos de fe católica que van a misas y procesiones a la vez que se divorcian –a veces más de una vez- por “la” Iglesia (sí, ya sabemos que se llaman nulidades matrimoniales, por cierto a peso de oro), tienen queridas o
velinas; o son corruptores, no de menores sino del dinero de los mayores. ¿Representa esto una sociedad y una cultura católicas? Y, al menos, en EEUU los culpables a menudo pagan su culpa, pero en España se retiran del mundanal ruido, escriben libros de éxito y viven cómodamente sin haber devuelto nunca los bienes robados.
Para estos mencionados sectores del catolicismo, España e Italia son de mayoría católica, pero Estados Unidos no es ya una mayoría protestante, sino católica… quizás también por ese gran ejemplo de catolicismo norteamericano que han sido los Kennedy, o los escándalos de pederastia de sacerdotes en EEUU. O tal vez por otros datos que desconocemos, seguramente igual o más valiosos que los ya ofrecidos.
Al final, nos quedan dos seguridades. Una, que Estados Unidos es mucho más protestante que Italia o España son católicas.
Y la otra, que los sectores católicos vinculados al Vaticano están esperando y deseando el hundimiento del cristianismo protestante; algo que –para su desgracia- no puede ocurrir porque el verdadero cristianismo protestante es el cristianismo de la Biblia, el del encuentro con Jesús y no con una religión; algo totalmente contrario a la tiranía del Magisterio y las Sagradas Tradiciones por encima de la sencillez del Evangelio, sean el magisterio y las tradiciones católicos o protestantes.
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