Ateos y `tolerancia cero´

Sin embargo, de la misma manera que un bisturí no es ni bueno ni malo (depende de quién lo sostenga: no es lo mismo en las manos de un buen cirujano que en las garras de un perverso asesino), la “tolerancia cero” también tiene sus peligros en determinados entornos.

La semana pasada defendíamos el derecho a la libre expresión de quienes se consideran ateos, agnósticos o de cualquier confesión religiosa. Esta semana vamos a hablar de la “tolerancia cero” de cierto sector ateísta militante que es en realidad una profunda intolerancia.

En concreto, nos referimos a la reacción de la Sociedad Nacional Laica (National Secular Society), ante la actual campaña evangélica realizada en Inglaterra con la imagen de una ecografía del `Jesús no nacido´ para recordar el sentido de la Navidad

Esta entidad ha manifestado que la campaña suponía politizar las Navidades al introducir un elemento antiabortista y amenazado que si la Iglesia anglicana se unía a ella, se quejarían a la Charity Commission, que supervisa las organizaciones dedicadas a la filantropía y la beneficencia. Tolerancia cero con la manifestación pública de quienes piensan distinto.

Sin entrar en lo acertado o no de la campaña (que desde luego ha logrado lo que cualquier publicitario sueña: ser motivo de interés y debate), ni siquiera nos pararemos a ver si indirectamente hay algún aspecto pro-vida en el uso de esta imagen; aunque es más bien enrevesado ver una lucha contra el aborto en la imagen ecográfica de un no nato de unos 8 meses. Pero aunque así fuese (o no) ¿es que acaso no tienen el mismo derecho los cristianos a expresar sus ideas, de la misma forma que los ateos hacer gala de su ausencia de fe, y de su visión mítica de la fe cristiana?

Estos ateos de “tolerancia cero” con la expresión pública de la fe nos producen cierto escalofrío. Son los precursores de los fundamentalismos y las tiranías que han pretendido acabar con toda idea de religión; y la Historia nos muestra que su fin es peor aún que el de los grandes fundamentalismos religiosos.

Porque una idea muy equivocada sería pensar que sólo la religión es intolerante. Basta pensar en los sucesos inhumanos surgidos del terrible régimen comunista que imperaba en Rusia, China o Camboya, al rechazar toda religión; o en la propia revolución francesa, con su entronización de la razón, frente a la creencia en Dios. La sociedad secular, a pesar de su supuesto racionalismo, ha producido tanta violencia como la religión.

El problema no son las ideas propias, sino cómo tratamos en sus derechos a los diferentes que nos rodean, y el saber respetar la expresión de sus ideas (desde la crítica respetuosa hasta la condena moral más firme).

Y esta sección Editorial intenta ser una muestra de ello. En el anterior, defendíamos la libre expresión respetuosa del ateísmo (y de cualquier forma de creer o no creer). En el presente criticamos -y condenamos moralmente con toda firmeza- a aquellos ateos para los que sólo su visión de la vida tiene lugar en el espacio público de la sociedad.

LA HISTORIA DE LA NAVIDAD DIGITAL
Para romper un poco el formalismo, y ya que estamos en el tema, no podemos dejar de recomendarles ver esta ingeniosa, simpática y divertida historia de la Navidad digital, que no pierde además su mensaje y sentido. Se la recomendamos sin dudarlo.