Adiós agosto, hola septiembre

Primero, porque nos han seguido leyendo como el resto del año. No vamos a reiterar cifras, pero han sido muy cercanas a la de los meses anteriores, en todos los aspectos. Significa que quienes se han quedado han permanecido atentos a esta publicación, y que incluso quienes se han marchado de sus residencias por unos días han mantenido la actualidad en sus lugares de vacaciones.

Segundo, porque hemos mantenido un equipo casi al mismo nivel de un mes normal. Y al decir equipo decimos por una parte colaboradores que nos han seguido enviando artículos, y el de Redacción con su búsqueda y trabajo de la actualidad (¡en especial una agradecida mención a Daniel Hofkamp y Esperanza Suárez!).

Pero también ha estado al pie del cañón esa otra cara humana poco conocida de cualquier trabajo. En nuestro caso quienes buscan y editan las imágenes, y quienes “cuelgan” el contenido en la web, siempre desde el anonimato y a veces en horas y situaciones de lo más curiosas e intempestivas. Por ello otra mención especial de agradecimiento para Paloma Arranz, Pablo Malagón, José Espinosa, y Ramón Sánchez.

Todos ellos han sacado tiempo de su merecido descanso, y de forma generosa lo han entregado para que ustedes usen y disfruten del contenido de este medio.

Tercero, la actualidad no nos ha dejado, ni nosotros a ella. Dicen que la religión y el hecho religioso han perdido interés en nuestra sociedad posmoderna. Pero la realidad es que no cesan las informaciones (y opiniones) del máximo interés incluso en un mes como agosto. La fe sigue viva a nivel informativo, y genera un seguimiento como cualquier otra área de actualidad.

Por todas estas razones, mantenemos la ilusión y encaramos el desafío de un nuevo curso 2009-2010 sabiendo que tenemos mucho trabajo por delante, pero también un camino lleno de ilusión por lo nuevo que comienza y que se renueva continuamente.

Este que leen es el número 295. Pronto llegaremos al trescientos. Trescientas semanas, más de seis años de labor continuada, sin que Protestante Digital (ni ACPress) haya faltado a ninguna de sus citas (a veces contra viento y marea); con una visión profesional y a la vez cristiana de lo que nos rodea, que ha ido creciendo ante sus ojos como un ser vivo que toma personalidad e identidad propias.

Lo hemos hecho entre todos. Y entre todos seguiremos adelante. Nos espera un año que nunca será igual a lo que ya conocemos, y que desde ahora mismo entre todos vamos a vivir y crear en este espacio.

¡Bienvenidos a una nueva etapa! Lo mejor está por venir.