No paramos: estamos y somos

Hasta 2007 tomábamos un respiro en agosto y navidades, con alguna que otra semana en la que dejábamos el ritmo habitual, digamos frenético, para poder coger algo de aire.

Pero ni en agosto de 2008, ni en navidades de 2008-09 hemos dejado de publicar número tras número, con todas sus secciones que se renuevan en tres turnos: martes, viernes y domingos.

¿Por qué? ¿Adicción al trabajo? Pues no, se lo aseguramos.

¿Entonces? Pues sencillamente, que hemos entrado en una dinámica que nos introduce ya en ser una revista que va más allá de lo amateur para entrar en el terreno de la responsabilidad profesional. Y no nos referimos a una calidad alta (aunque la busquemos), ni a un snobismo de cierto aire de ser diferentes. Es que nos damos cuenta que la información, la realidad y el nivel en que hemos entrado nos obliga a mantenernos como el que lleva una bicicleta en una carrera, pedaleando siempre porque si no pasamos de un nivel de participar a otro de aficionados.

Y es curioso. Sin decir nada a nadie, la gran mayoría de nuestros colaboradores no han dejado de mantener su ritmo normal de aportaciones. Ya nos parece un pequeño milagro que personas que escriben habitualmente en este medio puedan y quieran hacerlo cada semana. Pero que la mayoría, sin decirles nada, hayan perpetuado esta aportación en épocas de vacaciones significa (al menos así lo interpretamos) que ellos mismos entienden esta necesidad en la misma línea de referencia que hace respirar la actualidad evangélica a quienes nos siguen. Sin dejar de agradecer también su ayuda a quienes se han tomado un más que merecido descanso.

Así, además de por primera vez realizar el análisis del año anterior de manera exhaustiva, como toda revista que se precie por estas fechas, no ha faltado la noticia, la reflexión, la actualidad y el mantener una perspectiva informativa y de opinión sobre lo que nos rodea.

Por todo ello nuestro reto para este año es lograr mantenernos en esta línea de responsabilidad que ya va más allá de la revista que se publica con periodos de descanso, por cortos que sean. Estamos en primera línea; y queremos seguirlo estando.

Nos supone, se lo imaginarán, un enorme esfuerzo, a veces agotador. Pero merece la pena, porque vemos por muchos canales que es cierto que ya no sólo estamos, sino que somos. Lo que somos, sin mayor ni menor concepto que la realidad, que en cualquier caso también les aseguramos que en última instancia reconocemos que es por la gracia de Dios, aunque parafraseando a Picasso, esa gracia nos encuentra siempre trabajando.

Y mientras Dios nos ayude y de fuerzas, ilusión y visión, seguiremos adelante. Por supuesto, con la complicidad de ustedes, vosotros, tú. Ya nos conocemos, y desde la cercanía o lejanía (en todos los aspectos posibles) nos mantenemos unidos a través de este puente que es Protestante Digital. Un puente permanente y estable.

Feliz año 2009.