Sarah Palin

Dejando al lado temas de toda índole que han copado los titulares y análisis sobre la figura de Palin, vamos a centrarnos en un aspecto concreto de su trayectoria.

Palin lleva dos años gobernando Alaska, pero antes fue alcaldesa de Wasilla, un pueblo de 8500 habitantes. En dicha alcaldía destacó al denunciar por igual la corrupción demócrata como republicana, acto que en su momento le complicó su carrera y vida políticas, aunque a la larga le ha servido para que Mc Cain se fijase en ella.

Cuando hablamos de corrupción, y a pesar de ser Alaska un lugar periférico de EEUU, recordamos el negocio petrolífero que allí existe, con sus “petrodólares” correspondientes. Es decir, la corrupción no es la de pequeños negocios y empresas domésticas.

Y ésta es la cuestión. La bella mujer se enfrentó a la bestia sin pararse a mirar el carnet del corrupto, incluyendo a su propio partido.

En España –y nos tememos que en el resto del mundo- se entiende por hacer política ser incondicionales de “mi amigo”. Y generalmente amigo es aquel con quien nos interesa estar bien, tenga o no razón, sea o no corrupto.

Por la misma razón, si alguien está en contra de una idea, actuación o postura de “mi” amigo político; inmediatamente se toma como un ataque al conjunto del partido. Y se le castiga. Y desde luego que se olvide de esperar cualquier apoyo, y menos ser respaldado en su carrera política.

Y como la política –buena o mala- existe en cualquier actividad humana, esta tendencia se produce en cualquier institución, incluidos los medios de comunicación, las ONGs, y las religiones e iglesias. Todos podríamos poner muchos ejemplos a los que se aplica el principio de “el que se mueva no sale en la foto”.

Por esta razón, esta faceta de la candidata republicana a la Vicepresidencia de los EEUU es llamativa. Porque ella se atrevió a practicar el “pecado político imperdonable”; y porque su partido no sólo no la ha castigado, sino que lo ha reconocido como un mérito. El mérito de buscar la verdad, la honradez y el bien de los demás. Buscar el ideal antes que el partidismo y la propia conveniencia, cerrando los ojos y mirando para otra parte.

No hacemos campaña a favor o en contra de McCain o de Obama (que poco importaría, no creemos que nuestra influencia sea decisiva en el resultado de las elecciones de EEUU). Hacemos campaña a favor de la auténtica honradez, en este caso en la actuación de Sarah Palin.

Todo un ejemplo para nuestra sociedad, nuestros políticos, nuestros medios de comunicación y nuestras iglesias. Siempre, claro está, en el tema que estamos tratando.

MULTIMEDIA
Pueden ver aquí un amplio resumen en video del discurso como candidata republicana a la Vicepresidencia de EUU de Sarah Palin (12 Mb).