No nos hemos ido

Se seguirán renovando todas las secciones de noticias, aunque con un contenido menor, ya que la información de actualidad se reduce ¡excepto en China!

En cuanto a nuevos artículos de nuestros colaboradores van al gusto de cada escritor, pero siempre habrá varios nuevos cada martes, viernes y domingo.

Lo curioso es que, si nosotros no nos hemos ido, ustedes tampoco. Y se lo agradecemos. No sabemos si en la playa, la montaña o en un hotel, nos han seguido visitando y leyendo casi como cualquier otro mes (una media de más de tres mil visitas diarias).

Lo cual quiere decir varias cosas.

La primera, que el entorno de la fe evangélica genera ya noticias y líneas informativas de interés, que ejercen atracción o inquietud por saber qué está pasando. Es decir, somos noticia.

La segunda, que en el protestantismo se va produciendo el hábito de leer más allá de la Biblia (¡sin dejarla!), de entender lo que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior. Nos estamos convirtiendo en un grupo social bien informado, que nos gusta conocer lo que ocurre dentro y fuera de nuestra comunidad. Somos sal que sabemos estar cada vez más en medio de la sopa, y no aislados en un salero.

La tercera, que nos hemos convertido en una referencia válida para los ojos curiosos de quienes nos rodean. Hace unos días nos llamó una buena amiga y periodista de uno de los grandes medios españoles. Quería hacer un reportaje sobre los inmigrantes latinos de fe evangélica en España, y deseaba no caer en los tópicos habituales, lo cual la honra.

Al hablar con ella, quedó claro que seguía muy de cerca esta revista, que estaba al hilo de nuestra actualidad española e internacional. Tras sugerirle el nombre de Samuel Escobar como experto fiable, ella misma preguntó por lo que estaba ocurriendo en Chiapas, por los artículos del querido Carlos Martínez García; y prometió con el mayor interés, además de contactar con él, intentar en el futuro hacer un reportaje sobre Chiapas. Seguro que lo intentará.

Esto significa que somos un puente y un faro (entre otros, como es lógico) para las personas que están siguiendo el latido de la información religiosa. Y esto nos hace útiles.

Con nuestras características que nos definen y nos limitan. Con nuestras virtudes y defectos. Pero con tanta ilusión que aquí estamos, un buen puñado de personas que en medio de nuestras vacaciones unos y del agobio de siempre otros mantenemos la vida de esta publicación.

Porque ni nosotros ni ustedes, a pesar de todo, nos hemos ido. Porque seguimos en contacto.

Muchas gracias.