Un hijo debe enterrar a sus padres, y no al revés.
Recordamos con los padres de Mariluz a todos los padres y madres que han tenido que estrechar entre sus brazos a su hijo muerto. Que han besado la piel que ya no siente; que han vivido el vacío de lo que nunca vuelve, como una pesadilla de afectos y recuerdos que son cristales rotos en los ojos del portaretratos de la memoria.
Y, ¡cómo no, Dios, Padre, a ti que siempre echamos las culpas de todo lo que nos duele en esos “por qués” de las noches del alma, te recordamos en el dolor nunca escrito del Gólgota que pudiste evitar y bebiste hasta la última gota por amor a nosotros!
Recordamos el Editorial que escribimos cuando desapareció Mari Luz. Nos duelen sus líneas, que no querían, que se negaban a tener este final que nos ha sobrevenido con el silencio de una tumba. Una tumba con un féretro blanco.
GITANOS DIGNOS EN UN MUNDO MALVADO
Editorial del nº 212. Semana del 22 de Enero de 2008
Llora España por una niña que nadie sabe dónde está. Mari Luz Cortés desapareció en Huelva el pasado domingo 13 de enero, en apenas unos metros que separaban su casa del quiosco de `chuches´. Una niña gitana, bonita, salada, a la que ahora que no está todos conocemos por videos que muestran su alegría de vivir.
¿Por qué nos hacemos eco en esta revista de un hecho que se integra más bien en la línea de la sección de sociedad o de sucesos? Porque los padres de Mari Luz, Juan José e Irene, así como gran parte de su familia, son evangélicos, miembros de la Iglesia de Filadelfia, la iglesia gitana protestante que ha arraigado tan hondo en este pueblo nómada que recuerda al de Israel en sus continuas idas y venidas; a veces sin una tierra que poseer, y extranjeros entre extraños.
El Evangelio les ha dado raíces. No sólo espirituales, sino culturales, laborales, y sociales; con una dignidad multiplicada en la música de sus coros y en las palmas de alabanza a Dios de sus “aleluyas”.
Pero no es sólo una mejora de cara, un lavado social de integración cultural, sino mucho más profundo. Y las terribles circunstancias que rodean a este vacío enorme, abierto ante el abismo de la falta del pequeño y frágil cuerpo de Mari Luz, son la mejor muestra de un cambio mucho más hondo. Un cambio que resalta como el nombre de la niña –Luz- en medio de las tinieblas de maldad de quien haya podido robársela a sus padres y a su familia.
Hablamos de la forma de ser y estar. Pocos padres y familiares hemos visto soportar esta situación o una semejante sin derrumbarse por completo. Juan José e Irene, destrozados por dentro, se mantienen sin embargo en pie con una entereza que sólo Dios puede dar: “la fe les sostiene, aunque a veces se vengan abajo”, dice su familiar, portavoz y también pastor evangélico gitano Luis Molina en una entrañable
entrevista en eMision.net.
Pero no sólo eso. Tampoco hemos visto ni escuchado ninguna expresión de odio, de venganza. Si esto es excepcional en el mundo “payo”, es algo casi imposible en el contexto gitano en estas circunstancias. ¿Quién ha cambiado estos corazones para que atribulados, arañados y dolidos por la más terrible de las torturas, actúen con esta actitud de saber sustituir el odio por la serenidad?
Un periodista cruel, nos contó la familia de Mari Luz antes de la entrevista en eMision, les preguntó con la misma brutalidad de un disparo: “¿Dónde está ahora tu Dios, cómo ha permitido esto?”. Luis Molina le contestó que Dios no controla la maldad de los malos (periodista incluido, añadimos nosotros), pero que la familia Cortés “aunque Dios nos matase, no dejaríamos de servirle” (en alusión a uno de los versículos del libro de Job).
Y esto es lo último, ¿quién este Dios al que sirven y aman estos gitanos, el que afirman en sus coritos que ha lavado sus culpas y dado una esperanza?
Nosotros se lo diremos. Es el Dios que permitió que su hijo, su único hijo, fuese arrebatado de las manos del Padre, como Mari Luz de su familia. Con un dolor terrible, mayor que el de los padres de Mari Luz. Sin odio, igual que la familia de Mari Luz. Con un amor inexplicable al pequeño monstruo que todos llevamos dentro; un amor que es el que la familia de Mari Luz ha experimentado para poder seguir en pie.
Ese es el Dios de este pueblo gitano, al que adora en medio del mayor de los dolores. Que El les guarde, bendiga, y permita que puedan volver a ver a Mari Luz entre sus brazos.
Oramos por ellos.
CARTAS A LA FAMILIA
Protestante Digital ha abierto una sección de cartas destinadas a la familia de Mariluz, tras conocerse la muerte de la niña. Se las harán llegar pasados unos días. Puede pulsar aquí para
dejar su mensaje a la familia Cortés.
HEMEROTECA MULTIMEDIA
DOS NOTICIAS
- España:
la niña gitana desaparecida en Huelva es hija de un pastor evangélico
- Apoyo masivo de toda España en veintidós
manifestaciones para que vuelva Mariluz
AUDIO
También pueden escuchar una emotiva
entrevista en audio (3.4 Mb) realizada a Luis Molina -pastor, familiar y portavoz de la familia- realizada por Esperanza Suárez en eMision el viernes 18 de enero de 2007.
CUATRO VIDEOS
Pueden ver aquí un video que recoge lo ocurrido en torno a esta terrible noticia del
hallazgo del cadáver de Mariluz (17 Mb)
También les ofrecemos un
video del entierro de Mariluz (6 Mb).
Otra información en video es un
reportaje en video de la desaparición de la niña (24 Mb), resultado de la edición varios medios. Incluye una entrevista a los padres y al abuelo de Mari Luz.
Puede ver aquí un completo
reportaje de las manifestaciones de Huelva y Madrid (7,14 Mb).
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