Saber ser y saber estar

Esta semana, sin duda, esto es aplicable a la circunstancia de Marcos Zapata ante la denuncia recibida de diversos colectivos gays por su charla “Cómo criar hijos heterosexuales” y el Comunicado que anunciamos en el número anterior.

Para unos, el Comunicado conjunto de Ferede-Alianza Evangélica-Consello Galego se queda corto ante las peticiones de los colectivos gays, especialmente quienes quieren que la ética cristiana entienda las relaciones homosexuales como moralmente aceptables. Algo que, evidentemente, no propone ni acepta en ningún momento el Comunicado.

Para otros, el Comunicado se queda corto porque no se hace una denuncia expresa y contundente de la práctica homosexual desde la óptica del cristianismo evangélico. Algo que, también es cierto, tampoco dice ni hace en ningún momento el Comunicado (dicho sea de paso, ya se definieron en este sentido dos de las entidades firmantes, FEREDE y Alianza Evangélica, en su momento y cuando ésta era la cuestión central de debate y opinión).

Finalmente, para unos terceros (entre quienes nos incluimos como publicación) el Comunicado se ciñe a la defensa de la libertad de expresión de todos, y su argumento es que nadie debe ser excluido a la hora de aplicarle sus derechos ni a la hora de exigirle sus obligaciones. Y por ello, nos parece adecuado y correcto que no entre a profundizar en este momento en lo ya expuesto públicamente con anterioridad.

Sin duda, cada cual tiene el derecho (y el deber) de decidir lo más adecuado de una u otra postura.

Dado que ya hemos expuesto con la que nos identificamos, simplemente enfatizaremos que es bastante obvio que el debate de lo ocurrido y del Comunicado no es qué opinamos sobre la práctica homosexual, sino la libertad de expresión de cualquier ciudadano (incluido lógicamente el colectivo homosexual y cualquier colectivo), y en especial la de Marcos Zapata y la de “quienes nos identificamos con él” –como dice el Comunicado-. Y con esto consideramos que las posturas quedan más que claras en todos los sentidos.

Desde luego, y como pasa en muchas ocasiones en la vida, se puede aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para embarcarnos en otras cuestiones, pero eso –repetimos- creemos que no es lo que se está debatiendo al menos en el tema que tratamos.

Aún así, si alguien se embarca, le deseamos con todo el respeto y afecto un feliz viaje.