Aunque les parezca mentira, esta Redacción tiene amigos, y buenos, que son católicos. Pero no son parte de la jerarquía de la única y verdadera Iglesia, aunque ellos sí son únicos y verdaderos. Paradojas de la vida que ponemos por delante, ante lo que queda por venir en este Editorial.
Lo decimos, porque no podemos menos que volver a poner el grito en el cielo (literal la frase) por la falta de respeto de los señores curas de la curia.
Y no es que nos importe demasiado, que a veces tenemos la sensación de que se quiere interpretar que estamos preocupados o pendientes de lo que piensa de nosotros la única y verdadera Iglesia. No. Nos preocupa tanto como Rajoy a Zapatero o a la inversa: somos dos grupos separados por una “Constitución” común: la Biblia. Separados en nuestra forma de entenderla, de aplicarla, de estudiarla, de vivirla, hasta de ser Iglesia (con permiso de la única y verdadera, por supuesto). Sin negar que –como a Zapatero y Rajoy- eso nos vincula de alguna forma. Pero nada más.
Pero nos resulta molesto ese airecillo de “la” ICR (Iglesia católico-romana) que recuerda a un niño empollón que se cree el más listo de la clase, aunque no saque las mejores notas: miren ustedes los exámenes de sacerdotes pederastas, con tantos suspensos que les cuesta una millonada a la única y verdadera Iglesia en EEUU.
Y
nos sorprende que con todo lo que llueve, el descubrimiento del arzobispo colombiano Octavio Ruiz es que lo que necesita la ICR son rituales más alegres y atractivos en América Latina, donde cada vez más creyentes abandonan el catolicismo “seducidos por los cultos protestantes” –a los que califica de sectas-. Se ve que las fiestas y procesiones católicas son poco divertidas y entretenida ante la “marcha” evangélica en su adoración a Dios.
La iglesia única y verdadera queriendo mimetizarse a costa de la pobre comunidad sectaria protestante.
Muy brevemente. Si la iglesia protestante crece –a pesar de no ser la única ni la verdadera- no es por lo alegre de sus cultos. Es al revés. Lo alegre de sus cultos se debe a su experiencia y doctrina: el perdón por la gracia, el papel activo y real de los creyentes sin jerarquía piramidal, la libertad de conciencia, la fe y experiencia real de un Dios de poder presente en la vida diaria, el papel activo y comprometido de la mujer sin ser sojuzgada… ¿seguimos? Coger lo festivo es como llevarse la cáscara del huevo.
En definitiva, si quieren dejar de perder “fieles” (no serán tan fieles cuando se van) no es entretenerles, sino darles un contenido espiritual real, bíblico, personal, alejado de los dogmas y centrado en la palabra de Dios. En una frase: hacerse protestantes, porque lo que es ahora, la verdad es que tienen cada vez más con-Trento al pobre protestante.
Y, dicho sea de paso, hacerse protestante no es volver a Lutero, sino a Jesucristo y su Palabra, que es lo que señalaba el reformador alemán.
MULTIMEDIA
Pueden escuchar aquí la entrevista a José de Segovia, teólogo y Presidente de la Comisión de Teología de la Alianza Evangélica Española, sobre “
Ecumenismo católico de `la única y verdadera Iglesia´” (6.5 Mb).
También pueden ver dos estilos diferentes de los cultos que quiere copiar la Iglesia católica.
El primero, más alegre y bullicioso, es un culto de alabanza que dirige Marcps Barrientos, conocido cantante latinoamericano (video de 6 Mb).
El segundo es una
alabanza más íntima y de adoración personal, a cargo de Jesús Adrián Romero, otro conocido cantante (video, 5 Mb).
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