Hijos pródigos de la sociedad perdida

Sucede que los protestantes nos quejamos de sufrir discriminación. Y seguro que aún permanecen muchos prejuicios a nuestro alrededor.

Acontece que los protestantes buscamos unos beneficios sociales. Y seguro que algunos justamente nos corresponden.

Pero los protestantes, en general, callamos. Los silencios culpables de los que habló el también protestante Luther King señalan con sus cuatro dedos a quienes con el índice apuntan única y exclusivamente a las reivindicaciones que nos corresponden.

Pero los silencios nos delatan.¿Sólo hablaremos para exigir? ¿Es esto lo único que tenemos que decir a la sociedad? ¿Es este el mensaje que como seguidores del Dios vivo y de la Palabra revelada tenemos para los hombres y mujeres de nuestro tiempo?

Nuestra sociedad se muere agonizante de soledad, de superficialidad, de desafectos, de falta de sentido, de desorientación, de violencia, de seducción por el dinero. Y ocurre, sucede, acontece que sólo alzamos la voz para decir que nos corresponden nuestros derechos. Como el hijo pródigo, que le pidió su parte al padre. Y le correspondía.

¿Somos los protestantes de este “primer mundo” hijos pródigos en medio de una sociedad perdida?

Necesitamos decirlo, porque es la única manera de ser conscientes de lo que está ocurriendo; y -si aún es tiempo- de volvernos de corazón al Padre. Y entonces publicar a los cuatro vientos que el Dios de amor espera con los brazos abiertos a quienes quieren poner en segundo lugar sus derechos, y como esencial el buscar a Dios.

Nos gusta el análisis de Samuel Escobar en la entrevista que le ha realizado Esperanza Suárez (1). La Biblia es el único libro sagrado que defiende y pide justicia para el inmigrante, pare el extranjero, para el débil. Todos somos extrajeros en esta tierra.

Que Dios nos ayude o no ser interesados para nosotros, sino justos según Dios. En nuestras familias, trabajos e iglesias. Cualquier otra cosa será meter al mundo y los valores del mundo en nuestras vidas, por muy bonito y maquillado que lo pongamos.

Porque de interesados ya está el mundo lleno.

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(1) Pueden escuchar la entrevista completa a Samuel Escobar (hecha por Esperanza Suárez) pulsando AQUÍ (4’9 Mb)
O leer la noticia que resume esta entrevista AQUÍ