Según una investigación publicada recientemente en la revista BMJ Global Health, alrededor de 4,7 millones de niñas podrían no llegar a nacer en todo el mundo en el siglo presente a causa del aborto selectivo por sexo.

Pero incluso la cifra de abortos femeninos podría llegar a alcanzar los 22 millones a nivel mundial para el 2100 “si todos los países en riesgo de impulsar esta relación por encima de su nivel natural, incluidos los países densamente poblados, como Nigeria y Pakistán, lo hacen”, advierten los investigadores.

La investigación señala que los abortos selectivos por sexo, “el principal mecanismo detrás de la selección del sexo”, han ido en aumento durante los últimos 40 años “en una variedad de países desde el sudeste de Europa hasta el sur y el este de Asia”.

Superávit de hombres

El informe también subraya que el déficit proyectado en el número de niñas que nacen dará lugar a un superávit de hombres jóvenes en alrededor de un tercio de la población mundial para 2030, “con impactos sociales y económicos aún desconocidos”.

Los autores basaron sus proyecciones en una base de datos completa de 3.260 millones de registros de nacimiento de 204 países durante los últimos 50 años, así como en la experiencia de países que enfrentan un aumento de la proporción de sexos al nacer antes de 2021.

Posteriormente, concentrándose en 12 países donde la proporción hombre/mujer había aumentado desde 1970 y otros 17 donde esa proporción corría el riesgo de aumentar debido a tendencias sociales o culturales, simularon dos escenarios.

“El escenario 1 supuso tendencias solo para países con pruebas estadísticas sólidas de un desequilibrio creciente en la proporción de sexos al nacer, mientras que el escenario 2 supuso tendencias de proporción de sexos para los países en riesgo de aumentar la proporción, pero sin pruebas de ello o con pruebas limitadas de ello”, explica la investigación.

Los resultados mostraron que es más probable que la proporción de sexos al nacer se estabilice y luego disminuya en 20 años en países actualmente afectados por un excedente de niños nacidos, como China e India, que tienen el mayor número de nacimientos anuales en el mundo.

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Consecuencias dañinas

“Menos mujeres de las esperadas en una población podría resultar en niveles elevados de comportamiento antisocial y violencia, y en última instancia, puede afectar la estabilidad a largo plazo y el desarrollo social sostenible”, destacó el doctor Fengqing Chao, autor principal del estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah (KAUST) de Arabia Saudita.

Las Naciones Unidas definen las prácticas selectivas por sexo junto con el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina como prácticas nocivas a erradicar, lo que se contempla entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Además, los investigadores dicen que “estos hallazgos subrayan la necesidad de monitorear (la proporción de sexos al nacer) en los países con preferencia por los hijos varones y abordar los factores detrás de la persistencia del sesgo de género en las familias y las instituciones”.

“Un objetivo más amplio se relaciona con la necesidad de influir en las normas de género que se encuentran en el centro de prácticas nocivas como la selección prenatal del sexo. Esto requiere marcos legales más amplios para garantizar la igualdad de género”, concluyen.

Una práctica extendida en Asia

El aborto selectivo por sexo es la práctica de interrumpir un embarazo según el sexo previsto del bebé. El aborto de fetos femeninos es más habitual en zonas donde las normas culturales valoran más a los hijos que a las hijas, sobre todo en partes de China, India, Pakistán, el Cáucaso y el sureste de Europa.