El crítico de arte, historiador e impulsor cultural Daniel Giralt-Miracle recibió este pasado 4 de abril el premio Personalidad del Año, concedido por la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos (Adece); que le fue entregado en el “marco incomparable” (en palabras del propio premiado) de la Biblioteca de Catalunya.
Como ya adelantó Juan Carlos Martín, secretario general de Adece, Giralt-Miracle es “una personalidad de la cultura catalana. Fue el comisario del Año Gaudí (2002) y el año pasado recibió la distinción de la Creu de Sant Jordi, una de las principales en cuanto a cultura y participación ciudadana”.
Su “extensísimo currículum y trayectoria profesional” justifican la concesión de un premio que quiere también reconocer la comunicación que se produce a través del arte plástico, la arquitectura, y “la participación coherente con su fe” en estos ámbitos.
El acto se realizó con la presencia de unas cien personas que llenaban la sala, con muchas caras conocidas (Pablo Martínez Vila, Jaume Llenas, Antonio Cruz, Félix Benlliure, José Luis Andavert, Sergi Barnils, Francisco Mira, Manuel García Lafuente, Stuart Park, Alfredo Pérez Alencart, Juan Carlos Martín, Pedro Tarquis, Julio Pérez, Roberto Velert, entre otros).
Juan Antonio Monroy, Presidente Honorario de Adece, dio comienzo al acto realizando una presentación de la persona de Giralt-Miracle más que del personaje “de sobra conocido”.
Para ello relató anécdotas de su relación que surge desde la juventud de Giralt-Miracle.
GIRALT-MIRACLE, DESDE LA FE Y LA INTIMIDAD
@MULT#IZQ#66592@En su participación que vino a continuación se mostró el Giralt-Miracle más íntimo, sensible y creyente, emocionado al recordar a su padre, Ricard, ya fallecido, “que me enseñó las tres ‘es’, ética, estética y espiritualidad; y en especial el amor al Señor y vivir la fe en esperanza”.
Junto a él, y manteniendo el sentimiento junto a un fino sentido del humor, mostró su agradecimiento a quienes le llevaron a poder aunar fe, intelectualidad y cultura: “
José María Martínez, mi pastor y mentor; el teólogo e intelectual
Manuel Gutiérrez Marín, que cuando estudié filosofía pura me guió en medio del shock que esto supone al enfrentar teología y cultura me llevó a encontrar la luz y el punto de equilibrio en las raíces de la Reforma y la Biblia”.
Así mismo, elogió a
José Grau, “mi gran maestro, amigo que tuvo una clarividencia enorme y un enorme compromiso con la fe en la cultura desde una mente y perspectivas abiertas”.
Y finalmente una persona especial en la Universidad fue una mujer,
Ruth Siemens, que “en los años 70 supo agruparnos a los estudiantes evangélicos y sentar las bases del GBU actual”.
Resaltó también
la cultura del esfuerzo y del trabajo, que él ha recibido y aplicado de acuerdo a la doctrina bíblica como un regalo de Dios, algo que ha sido una delicia “poder pensar, trabajar, esforzarme y comunicar”.
De pasada mencionó que le hubiese gustado tratar más en su conferencia la cultura, como había preparado, pero resaltó que “Rembrandt es el artista que más, creo, ha interpretado la Biblia sin manierismo estético sino con potencias y expresión”.
Finalizó mencionando la oportunidad que tuvo de hablar de la fe y de Dios con
Chillida, un hombre que “buscaba la relación con Dios”.
Otra persona que le dejó huella fue
Antonio Tàpies, el gran pintor impresionista, que le llamaba a menudo para hablar largamente sobre cuestiones de fe y apologética, de "cuestiones trascendentes”.
El tercero,
Sergi Barnils, que asistía al acto, “fue una persona que fue transformada por un encuentro personal con Jesús, lo que se reflejó renovando y potenciando toda su obra”.
Finalmente, habló de la Biblia como gran libro de referencia. “La cotejo en varias versiones para buscar el sentido profundo, un ejercicio de discernimiento. Es una pasión, un ejercicio espiritual. Y creo que en este aspecto la cultura de la iglesia me ha ayudado mucho, en hermeneútica y homilética. Y eso me ha valido para toda mi vida, personal y profesional.
SOBRE CUESTIONES DE ACTUALIDAD
No faltó una opinión crítica con el trato que está recibiendo la Cultura del actual Gobierno, especialmente del ministro Wert, que está “acabando con la identidad de un pueblo a través de aniquilar su cultura”. Es el “peor ministro de Cultura que hemos tenido nunca”, dijo luego en declaraciones a Protestante Digital.
“Falta apoyo a la cultura, que se está pauperizando. Y una pedagogía del esfuerzo. SI no, vamos al suicidio cultural”. Hoy en día “huimos sin saber a dónde vamos, y todos -en especial los creyentes- debemos poner nuestros valores y nuestra fe para cambiar esta situación”.
@MULT#DER#66595@Por último, en declaraciones a Protestante Digital, expresó que
“hay que reconocer que la sociedad en general tiende a ser hostil al Evangelio, pero la fe cristiana debe acercarse a la realidad social, cultural y política, dilucidando bien cuándo separarse o integrarse”.
En cuanto a la cultura evangélica actual la ve “anquilosada en sus formas y en el diálogo con la cultura que le rodea; creo que está obsoleta”.
Y aunque reconoce que es difícil este propósito “es una meta que deberíamos marcarnos en cuanto a saber renovar nuestra forma de vivir nuestra de y de transmitirla a la sociedad que nos rodea”.
ENTREGA DEL PREMIO
La entrega del Premio, una pintura de Miguel Elías, fue hecha por Alfredo Pérez Alencart, presidente de Adece, en la misma mesa que en que ambos, junto a Monroy, Pablo Martínez y Stuart Park, presidían el acto.
Fotos: MGaLa, Ana Valverde
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