La entrega de los Oscar se olvidó de Dios

Es bastante típico en la ronda de agradecimientos tras recoger los premios Oscar mencionar a los padres, los compañeros de trabajo, algún tipo de causa pertinente y, en muchas ocasiones, algún “poder superior”.

Pero este año 2013 , y ya es lo habitual, casi nadie se acordó de Dios, que tuvo una sola mención de los principales ganadores de los Oscars. La referencia estuvo en los labios del director Ang Lee al referirse de forma difusa al "Dios de las películas", que quedó flotando y debió sonar a los oyentes un poco como a los atenienses el día que Pablo en el Areópago griego cuando habló del “Dios no conocido”.

@MULT#DER#57624@No es extraña esta mención por parte del director de una película especial como “La vda de Pi”, que asienta su historia en una extraordinaria experiencia personal en la que la fe y la espiritualidad son un elemento protagonista. Toda una rareza en el mundo vertiginoso y materialista del que el mismo cine es tantas veces esclavo. Pero sí es extraño que sea la única en medio de tantas menciones y palabras en las que se agradece el apoyo y la fuerza recibidas.

CASI NADIE DA GRACIAS A DIOS
Es algo extraño pensar que en una noche en la que tantas estrellas ganan tantas cosas y dan gracias a tanta gente, sean sorprendentemente escasas las referencias ya no sólo a Dios, sino simplemente religiosas. Y no sólo este año, sino en toda la historia de los Oscar.

De acuerdo con el proyecto "Gracias a la Academia", que realiza un seguimiento de las tendencias de los Oscar, un porcentaje muy pequeño de los ganadores en las cinco categorías (Protagonista / Actor de Reparto, Protagonista / Actriz de Reparto, y Director) alguna vez hace referencia religiosa de algún tipo. Un (15-30% en promedio a lo largo de toda su historia, promedio que es cada vez menor según pasa el tiempo.

De hecho, en los últimos años, los únicos ganadores que hicieron una referencia religiosa en su discurso de aceptación fueron Meryl Streep, Octavia Spencer, Natalie Portman, Melissa Leo y Tom Hooper.

Si algo se puede deducir de esta tendencia es que muy pocos agradecen a Dios lo mucho que reciben (otra cosa es cuando sucede algo malo, enseguida todo el mundo pregunta entonces dónde estaba Dios).

También es paradigmático que la fe o la creencia en Dios no ha desaparecido, sino que ha sido sustituida por cualquier cosa, idea o fuerza por muy irracional que parezca. Por ejemplo el mejor actor de este año, Daniel Day Lewis agradeció a "la mente misteriosamente hermosa, al cuerpo y al espíritu de Abraham Lincoln".

Todo un reflejo de la sociedad actual en la que vivimos, al menos en Occidente. Eso sí, sigue siendo negocio hacer películas en las que Dios o la Biblia son el hilo temático. Pero eso, por lo visto, es puro marketing.