Robert Ballard, uno de los exploradores más famosos del mundo submarino, ha puesto sus miras en probar la existencia de una de las historias más famosas de la Biblia.
La historia de Noé y su arca es uno de los relatos centrales del primer libro de la Biblia, el Génesis. Historias similares o con ciertas coincidencias se encuentran en otros relatos antiguos como la epopeya babilónica de Gilgamesh , y antiguos relatos griegos y romanos; así como de nativos americanos. Todos ellos contienen imágenes de inundaciones con diferentes variantes.
En una entrevista con Christiane Amanpour en ABC el arqueólogo que descubrió el Titanic habló de los
hallazgos que han surgido de su investigación en Turquía y que apoyan la posibilidad de la existencia de una civilización antigua arrasada por una inundación monstruosa.
"Fuimos allí para investigar la inundación", dijo Ballard. "y
vimos que existía y que no se trató de un proceso lento, sino de un gran ascenso del nivel del mar, que produjo una enorme inundación que permaneció durante mucho tiempo... La tierra quedó sepultada bajo las aguas".
Con
un impresionante historial en su investigación arqueológica submarina (además del Titanic, Ballard también encontró los restos del acorazado Bismarck, y una flota que EE.UU. perdió en las afueras de Guadalcanal, en el Pacífico) Ballard se muestra confiado ante las críticas que siempre surgen en un proyecto de este tipo. En el momento actual planea regresar a Turquía el próximo verano para continuar con sus estudios y exploraciones.
Ballard no cree que vaya a encontrar el Arca de Noé, pero sí evidencias de un pueblo cuya mundo entero fue arrasado unos 7.000 años atrás.
FASCINACIÓN DE MUCHOS INVESTIGADORES
Muchos han afirmado haber descubierto algún tipo de evidencia del diluvio o del arca, la enorme embarcación en la que relata el libro de Génesis que Noé introdujo una pareja de cada criatura para repoblar el planeta tras la inundación que produjo el diluvio ordenado por Dios.
Fue en la década de 1990 cuando los geólogos William Ryan y Walter Pitman reunieron pruebas que sugerían que una inundación pudo haberse producido en la región del Medio Oriente unos 7.500 años atrás.
Ellos creen que el Mar Negro –actualmente de agua salada- fue originalmente un lago de agua dulce aislado y rodeada de tierras de cultivo, hasta que fue inundado por el Mar Mediterráneo.
Según esta teoría, un aumento del nivel del Mar Mediterráneo creó un canal de agua que se deslizó a través de lo que hoy es el Bósforo, sumergiendo toda la línea de la costa original del Mar Negro.
Esta avalancha de agua –que se correspondería con el diluvio- habría supuesto que se desplazase un volumen de agua equivalente a 200 veces el flujo de las Cataratas del Niágara, extendiéndose para cubrir unas 100.000 millas cuadradas. Un auténtico “tsunami”.
LOS HALLAZGOS DE BALLARD
Precisamente ha sido esta teoría la que Ballard ha estado explorando desde hace más de una década, informa National Geographic. Esto le llevó primero a descubrir en 1999 evidencias de una antigua línea de costa sumergida.
Cuatrocientos metros bajo la superficie se descubrió una antigua línea costera, lo que prueba que un evento catastrófico ocurrió en el Mar Negro. Por las pruebas de carbono realizadas a los restos de conchas encontradas a lo largo de la costa, Ballard cree que se puede establecer una línea de tiempo para ese evento catastrófico, que habría ocurrido unos 5.000 años antes de Cristo. Algunos expertos creen que esa fue en la época cuando el diluvio de Noé pudo haber ocurrido.
Ballard está utilizando tecnología robótica avanzada para intentar retroceder y recrear el mundo de hace cerca de 12.000 años, a una época en que gran parte de la Tierra estaba cubierta de hielo. Piensa Ballard que es posible que la masa de hielo comenzase en un momento determinado a derretirse, y esto habría producido un ascenso en la masa de agua del planeta que a su vez desencadenara inundaciones masivas en muchas partes del globo, causando estragos en todo lo que encontraba a su paso.
Su equipo está ahora sondeando las profundidades del Mar Negro frente a la costa de Turquía en busca de las huellas de una antigua civilización oculta bajo el agua desde los tiempos de Noé.
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