Ya no es novedad que visitar un cementerio puede resultar muy interesante para conocer la historia de un lugar o, incluso, de una ciudad entera. Algunos ejemplos de los camposantos que merecen ser visitados son los cementerios celtas de Glendalough en Irlanda o en la Colina de las Cruces en Lituania.
Otro sitio recomendado es
el Cementerio Inglés de Málaga, que es el cementerio protestante más antiguo de España. Se trata de un lugar profundamente histórico que se sitúa justo en el corazón de la ciudad de Málaga y
que atrae cada día a más turistas.
Las rutas nocturnas que organiza la Fundación Cementerio Inglés de Málaga para dar a conocer la riqueza patrimonial de esta necrópolis ha obtenido muy buena respuesta de público. Desde su puesta en marcha -el pasado mes de junio- se han superado ampliamente las 500 visitas, la mayoría de las cuales han correspondido a malagueños, según ha informado el presidente de la fundación, Bruce McIntyre.
Este cementerio, también conocido como
Cementerio Anglicano o Cementerio de San Jorge, fue construido en el siglo XIX en la Cañada de los Ingleses. Parte de su interés reside en que es, nada más y nada menos, el primer cementerio protestante de España que
se construyó a partir del año 1821.
Hoy día, el lugar se concibe además de como cementerio, como
jardín botánico, aspecto que resulta muy llamativo para sus visitantes. Con el tiempo, muchas especies de aves exóticas han ido haciendo de esta necrópolis su hogar. Pero quizá lo más atractivo del lugar, es que brinda la ocasión de contemplar tumbas con elementos artísticos que van desde el estilo clásico al neogótico, pasando por el modernista.
Dado su interés histórico y artístico, el Cementerio Inglés de Málaga ha sido reconocido este año como
Bien de Interés Cultural.
PRIMERA IGLESIA PROTESTANTE
En el recinto se ubica la capilla de San Jorge, la primera iglesia protestante construida en Españay que se construyó antes del cementerio, para que los comerciantes británicos tuviesen su propio lugar de culto, puesto que dada la gran importancia comercial que tenía Málaga en el siglo XIX, muchos extranjeros procedentes de Gran Bretaña se dejaron caer por la ciudad para llevar a cabo sus negocios.
El inconveniente estaba en que al morir en suelo español, en aquel momento, todo el que siguiera una religión que no fuese la católica no podía ser enterrado en iglesias, conventos ni cementerios de la localidad. Por este motivo,
los entierros de protestantes se hacían en la playa cuando caía la noche.
Hasta 1824, esta incómoda situación se mantuvo en Málaga, pero con la llegada de William Mark como cónsul británico, el panorama dio un giro. Este cónsul y el gobernador, vieron necesaria la creación de un cementerio para los protestantes,
y allí, en aquel terreno solitario frente al mar, trazaron las líneas del que sería el actual Cementerio Inglés de Málaga.
MONUMENTOS
Varios monumentos forman parte de este emblemático cementerio malagueño. En el primer patio destaca el monumento sepulcral dedicado a la familia del propio cónsul británico, que creó el Cementerio. La construcción cuenta con materiales muy variados y con una gran carga simbólica. En las esquinas, un grupo de delfines entrelazados representan la salvación del hombre. Y este no es el único símbolo que encontraremos en el mausoleo, puesto que veremos otros como la estrella de cinco puntas, la azucena, o las curiosas inscripciones grabadas en el mármol de las lápidas.
En la segunda terraza se observa el monumento funerario que se hizo en honor a
los marinos de la fragata Gneisenau, embarcación que naufragó en las costas malagueñas allá por el año 1900. Cerca de este lugar hay una sencilla tumba correspondiente al gran poeta
Jorge Guillén.
TUMBAS DESTACADAS
Por otro lado,
en pleno núcleo primitivo del cementerio, se encuentran las tumbas más antiguas del lugar que además están recubiertas por conchas. Allí está la que fue una de las primeras tumbas del lugar, la de
Robert Boyd, el joven y liberal irlandés que quiso luchar por la libertad española en 1831 y acabó siendo fusilado en las playas de Málaga. También residen allí los restos mortales del escritor británico
Gerald Brenan y los de su esposa.
A pesar de que la entrada al recinto es gratuita, se recomienda dejar una pequeña ayuda a la salida para apoyar al mantenimiento de este curioso cementerio. El presidente de la fundación afirma que,
aunque el ayuntamiento de Málaga colabora en él, se trata de una fundación privada que quiere que el lugar se mantenga en pie. Incluso se ha llegado a crear una página en Facebook para que este rincón tan histórico no desaparezca.
Es recomendable hacer no sólo hacer una visita diurna, como la mayoría de los visitantes, sino además, pedir una de las visitas nocturnas guiadas que se realizan desde hace no mucho tiempo.
Si quieres comentar o