Amy Winehouse, en el «club de los 27»

Amy Winehouse, nacida en Londres el 14 de septiembre de 1983 apareció muerta en su domicilio de la capital inglesa por causas desconocidas hasta el momento (están pendientes los estudios tras la autopsia). Entre los homenajes y reconocimientos que se suceden para con la joven artista se encuentra una macabra mención: ha ingresado en el Club de los 27.

Así es como se denomina a un grupo de músicos que comparten una triste singularidad: haber muerto a los 27 años. No obstante, esta no es la única premisa que deben cumplir los miembros del selecto Club 27, ya que para ingresar en él, su fallecimiento tiene que tener relación con un exceso de drogas o alcohol, de ambas cosas, o a un suicidio.

Sus cinco integrantes más célebres son Jim Morrison, de la banda The Doors; Kurt Cobain, de Nirvana; Brian Jones, de los Rolling Stones; Janis Joplin; y Jimi Hendrix. Aparte de que tuvieron una indiscutible incidencia en la historia de la música, todos estos artistas se vieron inmersos en el mundo de las drogas -peyote, LSD, heroína, cocaína-, que les arrastró hacia un final trágico.

EXCESOS Y TRAGEDIA
Cada uno de estos casos mezcla los excesos con la tragedia. Jimi Hendrix, uno de los guitarristas más afamados de todos los tiempos, murió ahogado en su propio vómito mientras dormía. Janis Joplin, vocalista de blues rock, falleció por una sobredosis de heroína.

En el caso de Brian Jones, guitarrista de los Rolling Stones, le encontraron ahogado en una piscina en medio de rumores de consumo desequilibrado de drogas. Jim Morrison murió por un fallo cardíaco súbito, aunque nunca se pudo confirmar. El misterio rodea también la muerte de Kurt Cobain, líder de la banda Nirvana, que fue hallado muerto entre sospechas de suicidio.

Ahora la trágica muerte de una de las voces blancas más potentes de los últimos tiempos, la célebre Amy Winehouse, ha creado un nuevo halo de misterio alrededor de este selecto y macabro club al que nadie quiere pertenecer.

Curiosamente, algunos apuntan que la muerte de la artista pudo deberse a una rehabilitación mal controlada que le habría llevado a dejar el consumo de alcohol de forma tajante, lo que en su delicado organismo podría haber provocado la muerte.