Héroes Anónimos (I Parte)

A finales del año pasado asistí a la función de “ARGO” en Cinemark, cuya dirección y actuación estuvo a cargo de Ben Affleck. Sinceramente ese día, mi tío Juan Benavides y yo, teníamos planeado ir al cine pero no sabíamos qué ver exactamente; por lo que me puse a revisar la cartelera y de paso, algunos trailers de las películas a exhibirse. Fue allí que pude ver un adelanto de “ARGO” y donde le propuse a mi tío comprar las entradas para verla. Francamente no teníamos mayores expectativas de la película; sin embargo, fuimos gratamente sorprendidos por la historia y el gran mensaje del film.

LA PELÍCULA QUE NO FUE PELÍCULA

La historia se sitúa en 1979, cuando la embajada de EE.UU. en Irán es tomada por un grupo numerosísimo de manifestantes airados y donde casi todos los empleados fueron hechos rehenes. Dije “casi todos” porque seis de ellos aprovecharon el tumulto para escapar y refugiarse en la casa del embajador de Canadá.

Mientras tanto en EE.UU. un equipo del Servicio de Inteligencia se reúne para definir una estrategia para extraer a estos seis y salvar sus vidas. Al final de días de deliberaciónla mejor mala idea resultó triunfadora. El plan lo propuso Tony Méndez, experto en extracciones y rescate de rehenes, que planteó fingir la filmación de una película en varias locaciones de Irán e incorporar a los seis como parte del equipo de producción a modo que al terminar el período de evaluación de locaciones pudieran salir con falsas identidades en un vuelo comercial.

La historia es interesantísima, el suspenso lo mantiene a uno pegado en el asiento hasta el final y el resultado es la exitosa extracción de los seis empleados de la embajada que llegan sanos y salvos hasta este lado del mundo.

Aquí entre nos: Jamás había presenciado a alguien llorar en el cine y por primera vez escuche sollozos en el asiento detrás. La película es de suspenso e intriga, no romántica, pero parece que a la tipa de atrásno le importó y dejó brotar su emoción.

Obviamente la historia tiene un héroe, Tony Méndez, que contra viento y marea, incluso contra las órdenes del presidente, insistió en que su plan resultaría y que podría rescatar al grupo de seis y llevarlos con bien hasta EE.UU.

Mi punto, y con esto termino mi alusión a la película, es que cuando la película está por concluir, cuando ya todos están a salvo y el drama ha terminado, el jefe de Méndez lo encuentra saliendo de la oficina y le dice:

–El presidente quiere darte la Estrella de Inteligencia, el mérito más grande que existe para los oficios clandestinos de los Estados Unidos.

Méndez se sorprende y le dice que le gustaría traer a su hijo para la ceremonia; sin embargo, su jefe le advierte:

–Fue una operación clandestina, por lo tanto la ceremonia será clandestina. Tu hijo no puede saber nada, ¡nadie debe saber nada!

–O sea que van a darme un reconocimiento y me lo van a quitar. Objeta Méndez.

–¡Así es! Le responde. Si buscáramos los aplausos trabajaríamos en el circo.

Cuando la película está concluyendo, antes de que salgan los créditos aparecen fotos en paralelo donde se muestran tanto las reales como los equivalentes del film a modo de reafirmar que la película está basada en hechos reales. Además se explica que la historia se ocultó por casi dos décadas hasta que el presidente Bill Clinton autorizó desclasificarla en 1997 y por ende, la Estrella de Inteligencia le fue devuelta a Tony Méndez, el héroe que durante años permaneció en el anonimato.