Todo empezó hace ya unos 5 años. Al 2008 le quedaba poco para acabarse cuando unos cuantos amigos se reunieron decididos a hacerle una pregunta muy sencilla, pero muy seria, a su Dios:
“Padre, ¿qué más podemos hacer?”.
De la respuesta, nació
‘estiempo’, no como un simple movimiento de jóvenes pasajero, pero tampoco como una mera revolución.
Reconociendo y uniéndose a esa gran montaña de planes y propósitos que Dios está trayendo a España,
estiempo nació y existe más bien para animar y equipar a las iglesias locales y, en especial, a sus jóvenes, a ver para este país como Dios lo ve, a levantarse y ser las manos y pies de Jesús, dedicando tiempo no sólo a descubrir la necesidad específica de cada persona que vive en esta tierra, sino también a suplirla por Su gracia y para Su Gloria.
Comprometidos, pues, en transmitir tres de las características que definen y apasionan a Dios como son el AMOR, la UNIDAD y la JUSTICIA,
estiempo lleva, desde entonces, organizando encuentros juveniles anualmente en la ciudad de Barcelona, en los cuales jóvenes de toda España se unen para encontrarse con Dios y ser transformados por Él.
Este encuentro juvenil que se celebra por tercer año consecutivo, a veces con dos ediciones anuales, lo llevan a cabo un grupo de jóvenes de Barcelona y otras ciudades, con voluntarios de muchos lugares de España, donde alaban al Señor, tienen talleres, predican la palabra
BENDECIDOS PARA BENDECIR
El pasado sábado, 11 de febrero, tuvo lugar el encuentro de este año, que reunió a cerca de 300 jóvenes y que llevaba por lema
‘BENDECIDOS PARA BENDECIR’, basado en el versículo de Génesis 12:2-3b:
“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición. [...] ¡Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!”
La verdad es que las palabras se quedan cortas para describir todo lo increíble que Dios hizo en ese día. Desde el primer momento el mensaje fue claro:
el pacto tiene dos partes. No podemos Bendecir si no tenemos la Bendición, pero tampoco podemos tener la Bendición y no Bendecir.
Todos los que allí nos encontrábamos fuimos realmente desafiados a mirar más allá de nosotros mismos, a convertirnos en canales de la presencia y el carácter de Dios a aquellos que aún lo desconocen, en vez de ser simples receptores;a dejar espacio para los demás en todo, porque
seguimos a un Dios que estuvo dispuesto a dejar Su bienestar, Su comodidad, Su todo para dejar espacio a la humanidad, para que ésta pueda disfrutar de todo lo que Él es a través de Cristo.
Este año los talleres fueron sobre ONG's cristianas y, por ejemplo, entre varios jóvenes, apadrinaron algunos niños con Compassion. El año pasado se centraron en el arte.
Lo más increíble, sin embargo, llegó al final del día, cuando después de todo lo escuchado, acabamos celebrando una gran fiesta todos juntos dándole la gloria a Dios no sólo por el mensaje a Su pueblo en ese día, sino por haber transformado las vidas de muchos que por primera vez tuvieron un encuentro con ÉL.
A Él y solamente a Él sea toda la Gloria. Amén.
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