El cambio de estación siempre me trae nostalgia... sobre todo cuando las temperaturas bajan y oscurece más temprano. Llevo varios días escuchando a más de una persona decir lo mucho que desea
la lluvia del otoño... y ya por fin está aquí.
Paraguas, chaqueta impermeable, para algunos botas... en fin, lo que sea necesario para no mojarse. Los interminables atascos, el suelo resbaloso de las escaleras y los pasillos del metro,
el día “gris”... ahora es cuando comenzamos a
echar en falta el verano... cuando ya no lo tenemos.
Sea como sea, hay que estar
preparado para los cambios. En cualquier área y en cualquier esfera de la vida, los cambios nos retan. Tienen sus cosas buenas y también sus inconvenientes, pero vienen bien para hacernos reflexionar sobre lo que está por venir. A veces tenemos que
afrontar nuevos retos, pero los cambios nos recuerdan que
la vida no es estática.
El día a día no debería ser una rutina monótona, por el contrario, debería tratarse de avanzar, moverse, pensar, crear y lo que haga falta con tal de ir hacia delante.
Añorar el pasado nos impide ver lo que hay frente a nosotros. Cuando vivía en la Ciudad de México no apreciaba los cambios de estación. Pero España es diferente. Los árboles cambian de color, el cielo se nubla, ya no podemos secar la ropa en el exterior... cambiamos las terrazas veraniegas por estar en casa y disfrutar de una buena película...
En definitiva, se nota que el año comienza su recta final y en cuanto menos nos demos cuenta estaremos contando las uvas y comiendo turrones.
¿Estás preparado para los cambios? ¿Te has parado a pensar en tu futuro? ¿Tienes idea de lo que harás la próxima semana, el próximo mes o el próximo año? ¿Hacia donde quieres ir? ¿Sabes lo que necesitas para llegar hasta ahí? Cuantas preguntas de golpe... pero debemos planificar.
No podemos quedarnos con las manos cruzadas esperando que el tiempo pase y nosotros como si nada.
Debemos tomar decisiones. Miramos el pronóstico del tiempo y sabemos que lloverá. Si salimos de casa sin paraguas lo más probable es que nos mojemos y quizá pillemos un resfriado. También sabemos que llevar el paraguas con nosotros a todos lados no es lo más cómodo del mundo... pero nos protegerá de la lluvia. Seguro que si llueve lo agradeceremos.
La toma de decisiones es vital para afrontar los cambios y para alcanzar nuestros objetivos. Quizá aún no sabes hacia donde quieres, pero hoy es un buen día para que reflexiones sobre tu futuro. Cuando planificas te proteges y reduces posibles riesgos. Planificar nos ayuda a conseguir lo que nos proponemos. A veces lo hacemos sin darnos cuenta pero otras veces tenemos que hacerlo conscientemente.
Los objetivos son fundamentales cuando planificamos.
Los objetivos son el lugar al que queremos llegar y la meta que queremos alcanzar. Es importante que nos pongamos objetivos realistas y alcanzables, de lo contrario nos vamos a desmotivar. Pero tampoco podemos vivir sin ningún objetivo en la vida.
¿En qué punto nos encontramos y a dónde queremos llegar? ¿Cómo vamos a conseguirlo? En otras palabras...
si sabemos que lloverá y queremos protegernos del agua debemos llevar un paraguas. La otra pregunta sería, ¿de dónde consigo el paraguas? Si no tengo uno en casa, ¿compro uno de los
que venden en la calle? ¿Nos conviene comprar uno de mejor calidad y que dure más? Pero, ¿y si lo pierdo?...
hacernos preguntas nos ayuda a saber qué estrategia debemos seguir para cumplir los objetivos que nos hayamos puesto.
Con la entrada del otoño plantéate hacia donde quieres ir. Comienza por cosas pequeñas, define un objetivo para el día de hoy, algo que puedas cumplir. Después ponte un objetivo para esta semana, puede ser algo que lleves tiempo deseando hacer, quizá una película que quieras ver o un libro que te apetece leer. Quizá se trate de escribirle a alguna persona a la que hace mucho que no lo haces.. luego podrás ponerte objetivos a medio plazo.. y así estarás entrenándote para poder establecer objetivos a largo plazo.
No te desanimes. Si ves que es necesario reajustar tu “estrategia”, hazlo. No estás atado a nada.
Lo importante es que mires hacia delante y te prepares para lo que esté por venir... llueva, nieve o haga calor.
Si quieres comentar o