¿Café dominicano y música Blues? Menuda combinación más extraña…
Mientras millones de personas se preguntan cada día por el sentido de su existencia, unos cuantos afortunados tenemos una milagrosa certeza de por qué estamos aquí:
Jesús, siendo Dios, vino a morir por nosotros, y en la cruz cargó con todos nuestros pecados para que tengamos vida en abundancia; y al tercer día resucitó con poder. Él nos hizo libres, nos creó para disfrutar de la vida, para saber que Sus misericordias son nuevas cada día, y que Su bendición está sobre nosotros. Tan sólo haz una prueba:
¿has comido hoy? ¿Has abierto el grifo y te has encontrado con que de ahí salía agua? ¿Tienes ropa en tu armario? ¡Vaya! Parece que Dios se esfuerza en cuidar de ti… Sin duda tienes un Dios que te ama y te cuida como un padre.
“Vosotros pues no busquéis qué comer o qué beber, ni os afanéis; porque la gente del mundo busca todas estas cosas, pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas”; Lucas 12.29.
No sé si tú sientes lo mismo, pero yo creo que Dios nos ha colmado de bendiciones. Tenemos suficientes motivos para dar gracias al Señor por la vida que nos ha dado. Tenemos paz con Dios, porque Él no nos ha condenado; más bien nos ha salvado, y, no conforme con ello, añade a nuestra salvación tantos privilegios que a veces ni somos conscientes de todo lo que tenemos. Podemos reír con nuestros amigos, pasear por nuestras ciudades, descansar, leer un libro, saltar de euforia en un concierto, sentir interés por determinados asuntos, crecer… Dios nos ha regalado el arte. Nos ha creado con una personalidad concreta a cada uno de nosotros, irrepetible, inigualable. Nos ama tal y como somos y camina a nuestro lado con una enorme sonrisa. Como un padre, como un hermano mayor. Como un amigo… Eso a mí me da una paz que no cambiaría por nada del mundo.
¿Sabéis qué es lo que hago yo cuando quiero desconectar y disfrutar de la tranquilidad? Me siento, me tomo una taza de ese café tan maravilloso que me traje de Punta Cana, y escucho un Cd de blues.
Ese momento es irrepetible; a veces me da por reír… Seguro que mis compañeros de piso piensan que estoy loco cuando escuchan mis carcajadas. Pero creo que esa tranquilidad y esa alegría provienen de Dios. Apuesto a que cada uno de vosotros tiene algo parecido, algún pequeño detalle o momento del día que os hace sentir paz y felicidad en el Señor. Digamos que
cada uno tiene su propio “café dominicano” y su propia “música blues”.
Me gustaría, a través de esta nueva sección, recordaros a todos (y de paso a mí mismo también)
que el Señor está con nosotros y lucha nuestras batallas. Sin duda en la vida hay problemas y situaciones dolorosas, pero más allá de eso debemos alegrarnos cada día en el Señor, sabiendo que Él nos regala una vida abundante, colmada de bendiciones…
Una vida diseñada para ser feliz en Dios y alabarle por todo lo que ha hecho por nosotros. ¿Os animáis a vivirla?
Y ya de paso, quisiera compartiros mi nuevo lema:
“Señor, no quiero señalarte con mi dedo; quiero señalarte con mi vida”. Os animo a que hagáis vuestra esta oración.
P.d.: hagamos de esto algo participativo: seguro que tú también tienes tu propio “café dominicano” y tu propia “música blues”. ¿Por qué no comentas este artículo compartiéndolos?
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