La Asamblea General de la ONU centró su atención en la problemática juvenil desde su inicio. En el discurso de apertura de su secretario general, Ban Ki-Moon expresó la necesidad de que “la comunidad internacional” trabaje para “expandir los horizontes de oportunidades para los jóvenes y responder a sus legítimas demandas por un trabajo digno y decente”.
El máximo responsable de Naciones Unidas reconoció que “la crisis económica mundial y las medidas de austeridad que aplican numerosos países restringen las oportunidades” de los más jóvenes, y recordó a los gobernantes que “no invertir en la juventud es crear una economía falsa”.
“Invertir en los jóvenes tendrá consecuencias muy positivas para todos”, afirmó Ban, que los definió como “los líderes del mañana”, y, al mismo tiempo, alabó la capacidad de cambio mostrada por la que definió como “la generación Facebook”, por el uso que hacen de las redes sociales para movilizarse y lograr cambios sociales. “La generación Facebook está mostrando una determinación creciente por cambiar nuestro mundo y una capacidad para hacer que las cosas cambien”, dijo.
FACTOR DE CAMBIO
Destacó también que son los jóvenes quienes aportan “la energía y el coraje” necesarios para que el mundo se enfrente “a los asuntos más complicados que tiene por delante”. Ban afirmó que “los jóvenes han estado en el centro del movimiento de cambio que se extiende en el norte de África y en Oriente Medio”.
Recordó en concreto al joven tunecino Mohamed Bouazizi, quien en diciembre pasado se quemó a lo bonzo después de que fuera sancionado por organizar un acto de apoyo a los disturbios sociales que acabaron con el régimen del presidente Zine el Abidín Ben Alí. “Su muerte fue trágica, pero las llamas que encendió han llevado a la caída de dos autócratas, primero en Túnez y después en Egipto”, dijo Ban.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el suizo Joseph Deiss, también subrayó la importancia de contar con los jóvenes «como actores claves en la sociedad» durante la inauguración de esta reunión, que concluirá el martes y en la que participan delegados de centenares de organizaciones juveniles. Deiss reiteró el “gran papel movilizador» desempeñado por los jóvenes en la “primavera árabe”, y pidió a la comunidad internacional que cree «las condiciones” para que ese potencial “siga floreciendo”.
Ambos diplomáticos alertaron del gran efecto del desempleo por la crisis sobre la juventud, y pidieron un mayor compromiso de los gobiernos para rebajar el índice de paro juvenil mundial, que pasó del 11,9 por ciento en 2008 al 13 por ciento en 2009, el mayor incremento anual registrado y con el que se contabilizaron 81 millones de desempleados jóvenes en el mundo.
DESARROLLO DE LA FAMILIA
Por otra parte, el Instituto de Política Familiar (IPF) ha defendido ante la ONU el papel de la familia como hábitat “idóneo” para el desarrollo humano, en el marco de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre Juventud que se está celebrando estos días en Nueva York.
Según Lola Valverde, presidenta de la Red Europea del IPF, esta declaración “reconoce los derechos de los padres y realiza un llamamiento a los responsables políticos para volver a los principios básicos de la naturaleza humana y alejarse de posturas que traerán mayores riesgos para la infancia y la juventud del mundo entero”.
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