El Barcelona se ha proclamado campeón de la Liga Endesa al vencer por 3-0 en la final al Real Madrid. El jugador más destacado ha sido Nikola Mirotic, una de las estrellas del equipo sobre el que había una gran presión tras filtrarse, poco antes del inicio de la final, que el Barcelona prescindiría de sus servicios.

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Sin embargo la actuación de Mirotic no se vio afectada por ello. El montenegrino cumplió en su despedida con la camiseta blaugrana, consiguiendo el título y recibiendo el trofeo a jugador más valioso de las finales (MVP).

Al levantar el trofeo de campeones, Mirotic tuvo un aplaudido gesto al hacerlo junto a su compañero Higgins, ausente por lesión.

Luego, en una entrevista, expresó: “Simplemente quiero primero dar las gracias a nuestro Dios, a Jesucristo, por darme las fuerzas a mí, a mi equipo, por la paciencia. Y a todos los culés que han estado con nosotros, y nos han mostrado tanto apoyo”. Mirotic respondía ante los micrófonos de Movistar+ con unas declaraciones que sonaban a despedida, dado que el jugador reconoció que este es su último partido en España.

“Me he quitado un gran peso de encima porque sé que ellos merecían que ganáramos este título”, concluyó Mirotic.

MIROTIC, #MVPMovistar de la final de la #LigaEndesa



"Quiero dar las gracias a todos los culés. Me han demostrado mucho amor y apoyo esta última semana"



"Me he quitado un peso de encima. Ellos merecían este título"#PlayoffLigaEndesa #ListosParaRomperla pic.twitter.com/vgG0GSmuLw

— Basket en Movistar Plus+ (@MovistarBasket) June 20, 2023

Una fe profunda y familiar

No es la primera vez que Mirotic es claro con respecto a su fe cristiana. En una entrevista reciente, explicó cuáles son los valores que le definen. “Soy un hombre de familia, tranquilo. Incluso cuando estoy en familia, me gusta tener tiempos para estar solo. Crecí en una familia ortodoxa. Me enseñaron a creer en Dios”.

Mirotic ha destacado en su carrera por su profesionalidad, algo que también admite que tiene que ver con la forma en la que su propio padre le enseñó. “La gente que no es profesional en el deporte no suele entender qué tipo de vida llevamos. Siempre he tenido presión durante mi vida. Cuando estaba cedido en el Palencia, mi padre me presionaba mucho más que mi entrenador. Sí había jugado un mal partido, no podía dejar de pensar en cómo me castigaría”, explicó Nikola.

Mirotic empezó a jugar al baloncesto a los 13 años. A los pocos meses recibió una llamada desde España. El Madrid se interesó en ficharle. Él y su familia aceptaron la oferta. Fue un gran desafío (y oportunidad).

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“Cuando llegué a España sabía que tenía que esforzarme más que los jugadores locales y ser el doble de mejor. Si ellos empezaban a entrenar a las 20.00 h., yo estaba allí a las 19.00 h. Tenía que demostrarles que era mejor”, admitió el jugador, que ahora tiene 30 años.

Tras su formación en España, pasó a la NBA y se convirtió en un jugador importante en Chicago y Nueva Orleans. Sin embargo, regresó a la competición europea en la búsqueda de títulos y de una vida más tranquila.

“Cuando estaba en Estados Unidos me sentía alejado de todo el mundo, incluso de mi familia. Estuve mucho tiempo fuera, me tomo muy en serio mi trabajo y cuando llegué a la NBA incluso me pasé. Entrenamientos extra, viajes… Y llegó un momento en que dejé de disfrutar de la cancha”, dijo.

Allí tuvo una crisis personal que le hizo recapacitar sobre qué rumbo seguir en su carrera, y la familia y la fe volvieron a tener un papel importante. “Quería volver a lo que tenía cuando era niño. Quería pasar tiempo con mis hijos, volver a la iglesia…” “Sí, tuve una especie de crisis, una lucha conmigo mismo. Porque en la cancha necesitas transformarte, ser competitivo. Pero no soy así, por lo que no siempre ha sido fácil”, continuó Mirotic.

“Mi familia es mi prioridad. Quería que mis hijos crecieran aquí en Europa. Hablamos mucho con mi esposa. Fue la primera vez que puse a mi familia en primer lugar a lo largo de mi carrera”, confesó entonces.

Tras la rescisión de su contrato en Barcelona, Mirotic afrontará ahora un nuevo reto en otro equipo. En Europa, muchos equipos están deseando tenerle en sus filas. Sabrán que pueden contar no solo con su talento, sino también su profesionalidad y valores.