De cierto, de cierto te digo

“...como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.“   Josué 1:5-9

A lo largo de la vida de Jesús, vemos que en repetidas veces menciona la expresión "De cierto, de cierto" y lo curioso es que a esta expresión le acompaña una revelación del Reino de Dios. Cuando Jesús pasa de decir un solo "de cierto", a decir dos "de cierto", lo que está queriendo hacer es llamar la atención del oyente y poniéndolo en aviso de que lo que a continuación va a expresar será una gran verdad y que se cumple a la perfección. Esto es lo que se llama reafirmar:Afirmar (Asegurar o dar por cierta alguna cosa,  Poner firme, dar firmeza, Ratificarse uno en su dicho) de nuevo (definición RAE). Y Jesús está reafirmando esa tremenda verdad que a continuación confirma.

En una ocasión, los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar como Él lo hacía con el Padre. Querían tener una relación como la que tenían ellos. Querían escuchar la voz de Dios. Lucas 11:1 Muchas veces parece que nos cuesta reconocer la voz de Dios allá donde estemos. Es porque no sabemos escuchar a Dios como los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara. Y si la escuchamos, intentamos hacer oídos sordos, pues seguramente nos demandará algo que debamos hacer y que posiblemente no estamos dispuestos a llevarlo a cabo. Por estas razones es que Jesús tiene la obligación delante de Dios de resaltar y recalcar con un "de cierto, de cierto" aquello que nos quiere enseñar. Aprendizaje por repetición. Y por lo general, Dios te va a reafirmar de varias maneras Su voluntad para tu vida. ¿Cómo? Vamos a verlo en el texto de Josué.

Vemos a Dios hablando y revelando Su voluntad a Josué. Lo que le está pidiendo no es tarea fácil, pues tiene que guiar a todo un país a conquistar una tierra por herencia les pertenece. Ahora, el joven Josué tiene en sus manos a muchas vidas que dependerán de sus decisiones. Nunca antes había hecho algo así. Es cierto que él era el discípulo del gran Moisés, pero no había tenido tanta responsabilidad como la que ahora se le presenta. Seguramente, el joven inexperto necesita seguridad en su vida y en aquello que Dios le está pidiendo. Necesita una reafirmación.

Por lo general, nos suele pasar esto mismo que a nuestro protagonista, necesitamos una segunda voz. Y es un poco triste, pues debiera de bastarnos con aquello que Dios nos grita con susurros de paz a nuestro corazón (como Elías en I Reyes 19:9-14). Falta de fe y de seguridad en reconocer y aceptar Su voz.

Pero siempre nos alcanza el bien y la misericordia de Papá Dios (Salmos 23:6), por eso es que hace con nosotros lo que hizo con Josué, hablarnos de varias maneras y reafirmar Su voz:

1. Con Su voz. En los versículos que leímos al principio, vemos como es Dios mismo quien habla a Josué. Escucha la paz que trae a tu vida. Para escuchar directamente la voz de Dios, no hay mejor forma que leer Su Palabra, la Biblia (vr. 8). Ora, lee, pasa tiempo a solas con Él. También puedes acompañar esto escuchando algún Cd de música cristiana, leer libros cristianos, escuchar prédicas...

2. A través de personas. Ahora, vamos a ver una comparativa entre lo que Dios le dice a Josué y lo que el pueblo de Israel le pide. Es exactamente lo mismo. Sé capaz de reconocer y aceptar los consejos que tus padres, tu pastor, tu líder de célula y/o de jóvenes te ofrecen. Ponlos a la luz de la Palabra de Dios, pues seguramente Dios te querrá decir algo a través de sus vidas.

Dios habla (Jos. 1:5-9).

1-vr. 5 - Como estuve con Moisés estaré contigo.

2-vr. 7 - Solamente esfuérzate y sé muy valiente.

3-vr. 9 - Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Israel habla (Jos. 1:17-18).

1-vr. 17a - De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti.

2-vr. 18 - solamente que te esfuerces y seas valiente.

3-vr. 17b - solamente que Jehová tu Dios esté contigo.

3. Mediante las circunstancias. Josué era el discípulo directo de Moisés. Por coherencia, él era el indicado para guiar al país. Moisés mismo lo asignó para la tarea. También este joven batalló en primera línea de guerra por Israel. Las circunstancias lo habían preparado para esta difícil pero no imposible empresa. Observa las circunstancias que te rodean y pregúntate ¿qué me quieren decir? Al igual que con el punto 2, ponlas a la luz de la Palabra de Dios y estate receptivo.

Si de algo estoy seguro es que Dios es bueno y es amor. Y Él se va a empeñar a que escuches Su voz y Su plan para tu vida.  Afina tus oídos y recuerda prestar atención a Su voz, a las personas y a las circunstancias. Seguro, seguro, que "de cierto, de cierto" Dios te está hablando. Y cuando te hable y escuches, obedece. Esfuérzate y sé valiente para cumplir la voluntad divina, porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

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