Messi, Ronaldo, o ... ¿Cristo?

No importa en qué punto del planeta tierra te encuentres, no importa qué deporte te apasione más, no importa qué edad tengas, no importa el nivel de vida que tengas: al menos alguna vez habrás escuchado hablar de los excelentes jugadores del FC Barcelona y del Real Madrid CF. Pero, ¿para un cristiano puede ser normal producir tanto fanatismo hacia estos jugadores?

Hasta hace siete años, cuando no era cristiano, frecuentaba cada domingo los estadios de fútbol, siguiendo a mi equipo favorito, porque eso llenaba por completo un vacío que había en mi corazón. Mi visión cambió cuando pude comprender que en realidad el vacío siempre iba a seguir allí, hasta que conocí a Cristo. Y eso es lo que a día de hoy me hace pensar y preguntarme si los cristianos que muestran tanta pasión por estos jugadores en realidad han entendido el mensaje de Jesús.

El apóstol Pablo lo definió claramente en 1 Corintios 6:12: “Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna”. Cuando los cristianos prácticamente nos dejamos el alma en los partidos de fútbol nos estamos dejando dominar por el espectáculo, por la fama, por la gloria de un hombre, en definitiva, estamos quitando nuestros ojos de Jesús.

No debemos obviar que las personas que no han conocido la luz están en busca de ella inconscientemente, ya que todos tenemos la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11). Entonces, ¿cómo hacer conscientes a esas personas de que lo que en realidad buscan es a Cristo? Si ven que a nosotros también nos dominan nuestras emociones y sentimientos jamás podremos resplandecer; la clave está en dominar y no ser dominado.

Ahora, no digo que no podamos ver el fútbol, de ninguna manera, sólo que hay que tener un equilibrio y si llegamos a comprender la profundidad de este versículo, podemos también llegar a comprender que nosotros somos los que tenemos que dominar a las circunstancias y a todos los aspectos que se nos presenten en el día a día.

Antes de formular la siguiente pregunta, por favor no me juzgues como un blasfemo o por utilizar el nombre de Jesús en vano... ¿Te imaginas que Jesús jugara al fútbol? Alguien podría decir que sí pero ¡Él ya no tiene que hacer nada para deslumbrarnos! ¡Ya lo hizo todo por ti!

Probablemente esta perspectiva no la habías tenido, pero el reto está en Mateo 5:14 “Vosotros sois la luz”.