Soy usuario de
Twitter desde hace un par de años, aunque últimamente he intensificado su uso.
Twitter ha crecido tan rápido en los últimos años que su influencia desborda su propia infraestructura, ya que en muchas ocasiones aparece un mensaje de error de que la aplicación está saturada. Es especialmente interesante cómo está ya presente en prácticamente todos los medios tradicionales como método de interacción con el público.
Twitteres una revolución en un sentido. De hecho, creo que algunosya no podemos imaginar nuestra vida sin él. Su influencia en las últimas revoluciones civiles es de sobra conocida, y también en los temas que se comentan o queabren los telediarios. Cada vez me gusta más, de hecho defendería su uso en los cultos o eventos cristianos (tiene más ventajas de lo que parece, aunque eso lo dejo para otro artículo).
Pero quiero entrar en un tema más personal:
Twitter me hace un mejor discípulo de Jesús, en parte porque es mi laboratorio para visualizar el futuro del ministerio, y explicaré por qué:
1) Seguir y ser seguido:
Twittersólo reconoce dos categorías: los que te siguen a ti, que son tus seguidores, y a los que tú sigues. No hay líderes, sino seguidores (aunque algunos tienen más seguidores porque se convierten en líderes de opinión).
Pero
Twitter me recuerda cada día que aquí el líder es Jesús, y que yo soy un simple “seguidor”. Auncuando Jesús me puede llamar a ponerme en primera línea, la base fundamental de lo que hago es seguirle a él y hacer que otros me sigan, pero con la idea de que le sigan a él.
Durante los últimos cincuenta años la iglesia ha convertido en fetiche una palabra que es difícil de encontrar una sola vez en el Nuevo Testamento ("líder") y ha pasado por alto una palabra que se encuentra cientos de veces ("seguidor", "discípulo").
Twitter es un recordatorio diario de que lo importante no es subir o bajar en tu liderazgo, sino pensar en términos de seguidores –a quién o qué estoy siguiendo, y qué o quién me está siguiendo–. El nombre "cristiano" ("Cristos pequeñitos") fue dado a los creyentes en Antioquía (Hechos 11:26), porque la gente vio en ellos el Cristo que seguían.
Pablo dijo: "Sígueme, como yo sigo a Cristo". Ésa debería ser mi meta y ética con mis seguidores de
Twitter. Estoy en constante reformulación de la realidad en formas que sean más como Jesús, más llenas de gracia, de perdón, más amorosas, más humorísticas –y ayudar a mis "seguidores" para seguir mejor a Cristo–. Estoy en la búsqueda constante de cosas que podrían fomentar, enriquecer, inspirar, construir, ayudar, emocionar a mis seguidores. Quiero que mis
tweets (mensajes que se publican) hagan sonreír después de leerlos o sacudir el corazón y exclamar: "¡Qué
tweet tenemos, Jesús!". En mi batalla por ser trascendente,
Twitter me ha ayudado en ser más centrado con los objetivos en mi vida.
Para el que nos enseñó a ser "en" el mundo, pero no "de" el mundo, la pregunta no es: "¿Jesús tendría
Twitter?", sino: "¿Qué
tweets enviaría Jesús?". La pregunta que casi todo el mundo responde en
Twitter: "¿Qué estás haciendo?" ha sido sustituida en mi mente con "¿Qué está haciendo Dios?", "¿Dónde puedo ver a Jesús?", "¿A qué estoy prestando atención, a quién sigo?"
Cada día tengo una nueva lista de seguidores y un número ilimitado de potenciales seguidores recordándome a diario que las personas más importantes en mi vida no las he conocido todavía, y no me refiero a ellos, sino a las personas cercanas como la familia, los amigos y los hermanos en la fe.
2) Comunicación eficaz:
Si no puedes decir las cosas con un lenguaje cotidiano, es probable que ni siquiera te entiendas a ti mismo. Y si no tienes nada que decir en menos de 140 caracteres, es que no puedes conectar con el mundo de los nativos digitales (existen otros mundos, no nos desesperemos). La primera tarea de un misionero es aprender el idioma, y como misionero en esta tierra, “el sexto continente” lo llamo junto con mis amigos, tengo que aprender a destilar mi pensamiento en pocas palabras.
A pesar de la mucha información que hay actualmente a través de libros y recursos, los grandes pensadores y personas influyentes en la historia han sido capaces de transmitir sus pensamientos en un
tweet de menos de 140 caracteres. De hecho, esas citas han cambiado muchas veces el mundo y la cultura.
No había nadie mejor haciendo
tweets que Jesús. Jesús era un maestro en el laconismo y la inmediatez. De hecho, él siempre estaba
twitteando el evangelio en frases concisas y fáciles de recordar, e incluso expresó la esencia del Evangelio en el
Gran Tweet: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado".
Sospecho que sus seguidores harían bien RT (
retweet, réplica de la publicación de otro) de todo lo que dijo. Si Jesús no hubiera hecho
tweets, en una cultura oral su mensaje se hubiera difuminado. Igual tenemos que aprender un poco más de la Biblia, de Jesús y del evangelio que del marketing, y especialmente del “marketing evangélico”. ¡Dios nos libre y hagamos por fin un “
unfollow”*!
3) Lo superficial:
Cuando hablamos de que alguien es superficial, desde luego no es un piropo, y ésta es la mayor crítica hacia
twitter: su banalidad, su simplicidad. ¿Realmente necesitamos saber cuándo has terminado de cepillarte los dientes esta mañana? ¿O qué pasta de dientes usas? ¿Necesitamos ver una foto de tu hijo en el hospital con un tenedor metido en su nariz?
Pero la vida no se trata sólo de las profundidades. La vida también se nutre de las superficies. Dedico muchas horas a entrar en las profundidades de la Biblia, de la vida, de la pedagogía, de la tecnología y de mil cosas más que me apasionan. Pero a veces, cuando entras en las profundidades del ser humano, cuando gastas todas tus fuerzas y energías, tu aire y tu físico en profundizar, puede ocurrir un terremoto en la vida de uno. Creo que le pasa a muchos poetas, escritores y artistas. Van tan adentro que no son capaces de salir a la superficie a por una bocanada de aire. Tal vez ésa sea una teoría de la alta incidencia de comportamiento suicida entre los artistas y poetas.
Necesitamos una teología de la superficie en equilibriocon nuestra teología de las profundidades. Necesitamos, a veces, tomar un poco de aire divertido y recordar que Dios también tiene humor, que también Jesús hizo cosas que hoy consideraríamos superficiales.
Con
Twitter cada día he aprendido a despertar a las cosas que nunca antes había prestado atención. Me da las aberturas en las que sumergirme en las profundidades recién descubiertas.
La vida es un montón de pequeñas cosas. Estas pequeñas cosas se suman, y
Twitter me recuerda que tengo que estar agradecido por ellas y celebrar los pequeños y sencillos detalles. Me encanta
Twitter porque es un lugar en el cual la gente puede pensar seriamente sobre cosas triviales. Encuentro belleza en un mundo roto, hasta el punto de que estoy aprendiendo en lo que se llama la “conversación global” a ver más allá; detrás de cada perfil, algo aparentemente superficial, está la profundidad de una persona real, de carne y hueso, creación de Dios y un
tweet no la representa. Así que, he aprendido a apreciar las cosas más triviales. De hecho, sigo a gente que refrigera mi pensamiento de vez en cuando con cosas divertidas de sus vidas cotidianas. Ellas no lo saben, tal vez, pero me ayudan a seguir en la brecha.
Una buena cerveza es aquella que combina de forma sutil la espuma y el líquido. Una buena vida es un baile entre la profundidad y la superficie. Y todo esto me ha llevado a predicar con más sencillez, con más cotidianidad, con más profundidad.
4) El espacio común global o la plaza del pueblo:
Ésta fue una de las razones que en un principio me convenció para entrar en la conversación en
Twitter. Si estuviéramos en la Edad Media, toda nuestra vida giraría en torno a la plaza o a un bien común del pueblo. Es el lugar en el cual durante el transcurso del día intercambiarías saludos con tus vecinos y gente con la que te cruzas -¿Qué tal el día? ¿Qué almuerzo has tomado hoy? ¿En qué trabajas?- La tecnología permite múltiples intercambios personales que tienen lugar hoy, excepto que ahora ya no se limita a una plaza, la gente es todo el mundo, y
Twitter es su espacio común global.
Este espacio común me conecta con los demás y me lleva de forma irremediable a aquello que está candente, lo que es actual. ¿De qué se está hablando en la aldea global? ¿Cuál es el chisme reinante? ¿Qué estilos de vida promueven las personas? ¿Qué tipo de cosas ven, leen o escuchan?
Esa multitud muchas veces camina
como ovejas sin pastor, buscando revoluciones que cambien todo, que le den la vuelta a la tortilla, como una especia de viento de cambio que impulsar. En realidad quieren a Dios y la presencia de su Reino, pero sin contar con él. Me gusta pensar en mí mismo un pastor de parroquia en la villa de
Twitter. En el transcurso de mis aportaciones de un día ("publicaciones"), que son puestas como un bien común del pueblo, trato de encontrar maneras de alentar a mis “feligreses” para despertar, para hacer revoluciones en el corazón, ser positivos, ser la luz que brilla, la curación de las vidas…
En esta plaza se demuestra mi fe. Se demuestra si soy un reflejo de la luz o sólode mí mismo. Se ve si sigo a Jesús o sólo busco mi propio
RT. Si de verdad me importan mis seguidores. Si no tengo problemas en que mi universo social esté rodeado de personas de diferentes razas, clases, continentes e incluso religiones. Si realmente cumplo con la misión de ser luz en medio de la oscuridad.
5) La soledad social:
En el fondo soy bastante ermitaño; creo que soy un ermitaño en el corazón.
Twitter se hace para los ermitaños. Me permite estar ausente sin cerrarme a nada ni a nadie. Me permite, al mismo tiempo, estar en la distancia y no dejar nunca la clandestinidad. Es algo extraño, pero es como una gran balanza en la que tú estás en un extremo y en otro lado el mundo, todos allí. Es una extraña conexión entre la soledad y la sociabilidad que permite ser anónimo en grupos.
Por esta razón muchas veces permite generar conversaciones profundas, porque se pierde el miedo escénico, el miedo a ser juzgado, catalogado o criticado. Tiene su lado malo, seguro, pero también me recuerda la necesidad de ser empático como Jesús, de generar confianza, de permitir que la gente abra su corazón sin miedo porque no voy a juzgarles, como otros hacen, sino que mis
tweets serán como agua que sacia su sed, como refrescos en medio de un oasis, ofreciendo la posibilidad de salir de la soledad a una familia en Cristo: la Iglesia.
Estas cinco razones pueden explicar por qué de entre todas las redes sociales varios estudios apuntan a que los usuarios de
Twitter son los más religiosos. Pero para mí, estas son las cinco formas en las que
Twitter ha sacudidomi vida y me ha hecho un mejor seguidor de Jesús. Es por eso que impulsé, y lo sigo haciendo, un proyecto como
FollowJesus. ¿Te apuntas?
NOTAS
1. Este artículo es una adaptación personal del original escrito por Leonard Sweet. En parte lo tomo como propio porque mi experiencia es muy parecida. Os recomiendo ver su página web http://www.leonardsweet.com/
*"unfollow" es la acción de dejar de seguir en el universo Twitter.
Si quieres comentar o