Retrasos

Pido disculpas por haber tardado tanto en escribir otro artículo. No sé si lo estabais esperando o no, pero si es así, pido perdón otra vez.

El retraso de las cosas, sinceramente, y puede que suene un poco paradójico, me da rabia, me sienta mal o me enfada. Cuando te dicen que te van a dar una cosa o te van a decir algo cierto día, o estás comprometido en que cada equis tiempo tienes que hacer algo, y luego no te lo dan, no te lo dicen, o no lo haces, te frustras e incluso, a veces, te ofendes.

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Si no recuerdo mal el refrán es así. Soy el primero que nunca hace las cosas cuando toca. Soy muy, pero que muy, perezoso. A medida que va pasando el tiempo, refiriéndome esta vez a los años, me doy cuenta de que no hacer las cosas en el momento te trae problemas. Primero de todo, si dejas las cosas para más adelante es posible que no te acuerdes o simplemente te dé más pereza hacerlo. Segundo, puede ocurrir que la gente, como ya he dicho, se enfade. Tercero, todas las cosas se tendrían que hacer cuando se debe porque luego ya puede ser demasiado tarde, sin posibilidad de hacerlo y que sirva para algo.

No solo me refiero a los deberes, estudios, pagar cualquier cosa (en el caso de que puedas), o hablar con la gente con la que tienes problemas para arreglarlo, por ejemplo. Me refiero también a expresar gustos o sentimientos a los hermanos, padres, amigos y demás personas que nos son cercanas. Simplemente dar un abrazo en el momento adecuado puede arreglar muchas cosas.

Y yendo más lejos, cosa que no debería ser así en este contexto de hacer las cosas con retraso, me voy a referir a predicar el evangelio. Testificar en tu ámbito de trabajo, de estudio o de amistades, allí donde estés. Decir que Dios ama a todo el mundo, a cada persona, que dio a su único Hijo por ellos, por amor, para tenerlos a su lado. Nunca sabes cuándo podrás volver a ver a una persona, quizás mañana ya sea demasiado tarde para alguno de los dos.

Deberíamos pensar, yo el primero, en hacer las cosas cuando hay oportunidad, en decir las cosas a tiempo, en dar cuando se presente la ocasión.