Me gustaría que reflexionásemos juntos, en estos días, en los que parece que el amor flota en el aire, sobre el primer amor. Me refiero a la primera vez que sentimos algo especial por alguien, a ese tiempo cuando nuestras necesidades vitales o básicas se resumen en estar con esa persona que queremos, pasar tiempo con ella o con él, a ocupar la línea de teléfono con infinitos “cuelga tú. No, cuelga tú”, etc. Numerosas situaciones que seguro te vienen a la cabeza con solamente leer el titulo de este artículo ¿verdad?
Son muchos y muy claros los síntomas de esta extraña, y como sabrás o habrás descubierto, irremediablemente pasajera, “enfermedad”. Nos daremos cuenta de que estamos inmersos en esta fase cuando dejamos nuestro egoísmo natural a un lado y lo damos todo por agradar al otro. Pensamos en proyectos futuros, en actividades juntos, en cómo nos imaginamos que será nuestra vida después de algún tiempo, creemos que nada podrá terminar con nuestra perfecta historia de amor.
Solemos idealizar a la persona que es objeto de nuestro intenso y apasionado amor. Ahora es cuando vemos solamente las cosas buenas del otro, y decimos frases como: este es el chico o la chica perfecto/a para mí; no me importa lo que piensen los demás, le quiero. De hecho, pase lo que pase después, este primer amor nos dejará una huella muy difícil de borrar en nuestra vida.
Tanto si estás pensando en la primera persona que te atrajo de verdad, como si para ti el primer amor es la fase inicial e idílica del enamoramiento, estarás de acuerdo conmigo en que esta ilusionante situación deja una marca profunda en la vida y te sientes con una increíble fuerza para afrontar todas aquellas situaciones que acontezcan.
Si te sientes reflejado/a en estas líneas, será porque lo has vivido, porque de lo contrario esto que escribo te resultara ridículo o divertido, porque no hay otro tipo de primer amor más que el que puede darse entre dos personas…. ¿no? ¿O podemos hablar de otro tipo de relación en el que exista un periodo de primer amor? ¿qué piensas…?
Seguro que si eres creyente, aunque no tengas o hayas tenido pareja, habrás pensando en el primer amor del que nos habla la Biblia, y si no crees en Dios te invito a que sigas leyendo las líneas que quedan de este articulo para que puedas descubrir otro tipo de amor, el Amor con mayúsculas.
Si releyésemos todo lo que decíamos antes, teniendo ahora en mente, el momento en el que empezamos a descubrir a Dios a través de la Biblia, nos daremos cuenta de que todo lo mencionado tiene su símil.
Al principio buscamos muchos momentos para leer la Biblia y conocer más acerca de Dios. Aunque al no conocerle bien, idealizamos todo lo que tiene que ver con seguirle y creer en Él, no nos damos cuenta de que, como en toda relación, en ésta, también tendremos que poner mucho de nuestra parte, aunque con la ventaja de que la otra Persona nunca nos va a fallar y de ello podemos estar seguros.
Aquí, en algunos casos, podemos ver una doble idealización; me explico: en esta relación, aparte de ver solamente lo mejor del otro, también pensamos que nosotros somos muy buenos y por lo tanto merecedores de todo lo que Dios tenga para nosotros. Con el tiempo iremos viendo que tenemos que cambiar muchos aspectos de nuestra vida que a Él no le agradan tal y como están.
Cuando emprendemos este camino (como oirás decir a muchos creyentes que comparan la relación personal con Dios con empezar un largo camino) tenemos en mente muchos planes futuros y sueños de cómo será esta nueva vida que comenzamos. Sentimos que nadie podrá apartarnos del camino y nos ponemos en marcha sin escuchar los comentarios que nos vienen de compañeros y amigos que buscan romper esta relación. Como pasa con el romance entre dos personas, en esta historia tampoco faltará la gente que te quiera hacer ver todas las cosas negativas que encuentre sobre el otro, querrán que pienses que no te conviene por tal y cual cosa, sin darse cuenta muchas veces, que estos comentarios pueden hacer mucho daño en la relación que comienzas. Seguro que conoces gente de este tipo ¿verdad?, muchas veces con la mejor intención y otras tantas no tan buenas.
Lucha por tu relación, el esfuerzo merece siempre la pena, que tu pareja nunca pueda decir:
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:2-4)
Tras este primer amor pueden darse varias situaciones, pero esto si me permites, lo veremos en otra ocasión.
Como te pedía al principio, me gustaría que reflexionases conmigo y que plasmes tus pensamientos en los comentarios de este articulo, ¿te atreves…?
(A Lidia, gracias por caminar a mi lado ;)
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