Es impresionante la cantidad de veces que he escuchado esta expresión a lo largo de mi vida. Y – vamos a ser sinceros – admito que también la he dicho unas otras tantas. Además de sus variantes, claro: que si
“mi viejo no tiene ni idea”, “que mi madre es una anticuada”, “
¡pero si son del pleistoceno!”, “
¿Mis padres? Puá, ¿qué van a saber?”... Vamos, estas expresiones que nos suenan a todos.
Sin embargo, estoy seguro que esto no es exactamente así, y lo cierto es que los padres suelen entender a sus hijos bastante más y mejor de lo que ellos creen. La verdad es que detrás de un “ellos no me entienden” suele estar
una ausencia de comunicación y de voluntad real por entenderse mutuamente y llegar a un acuerdo. Ese es el punto.
Seamos honestos: no es que nuestros padres no nos entiendan, somos nosotros los que muchas veces no queremos abrir el canal de comunicación para que haya entendimiento. Claro, porque si no nos entendemos no hay acuerdo, y si no hay acuerdo... pues es como que lo usamos para justificar el hacer lo que nos da la gana.
Y es que la comunicación es cosa de dos, y abrir nuestro corazón para que nos entiendan significa que tendremos que abrir nuestro corazón paraentenderlos también. Poner al descubierto nuestras vidas, exponernos, aceptar criterios. Y eso cuesta – y mucho. Sobre todo para quien está intentando ser - y demonstrar que puede ser - un individuo independiente. Pero créeme:
tu independencia se verá fortalecida si desarrollas una amplia y honesta comunicación con tus padres.
A veces usamos el “
mis padres no me entienden” como escusa para no someter nuestras vidas a un filtro de valores, a un espejo para mirarnos y evaluar con criterio nuestras decisiones. Echamos la culpa a las diferencias socioculturales de las generaciones pasadas para intentar convencernos a nosotros mismos de que nosotros sí tenemos la razón y podemos decidir como nos plazca, aunque ellos tienen más experiencia. Porque
queremos asociar su experiencia solamente con los aspectos culturales que fueron cambiando desde que ellos tenían nuestra edad, para de esta manera intentar disimular los valores absolutos y eternos que ellos también han vivido. Pero todos en el fondo sabemos que el contexto social puede haber cambiado pero no la esencia de las experiencias de la vida, ni los valores absolutos del Reino.
Puede que tus padres hayan visto Verano Azul o comprado el Thriller de Michael Jackson en vinilo. Puede que no sepan quien es el cantante del momento o manejarse bien con un ordenador, pero
saben lo que es la presión del grupo en un entorno juvenil; saben lo que es el peligro de las drogas, de la desintegración familiar, la atracción sexual, las artimañas de la seducción, los vicios, la irresponsabilidad, la perversidad humana, la gente realmente mala quebusca dañar y utilizar a los demás, los embaucadores y los embusteros, las malas compañías, la venganza, la depresión, las crisis de autoestima, los sustos que nunca se olvidan y que enseñan mucho, la futilidad y la vanidad, lo duro que es conseguir ahorrarse un dinerillo, lo importante que es tener salud y como lo valoras cuando no la tienes, los errores cometidos, y un largo etcétera. Porque
todos los padres de todas las generaciones han pasado - y han visto a los demás pasando - por todo esto en todos los contextos socioculturales a lo largo de los siglos de la historia. Eso no cambia como las modas y las costumbres.
Además, los padres no son tan extraterrestres como se les pudiera pintar; y es que antes de Lady Gaga estuvo Madonna, que antes de las pastis vino el LSD, los punkis se colgaban cadenazos de la nariz 30 años antes de la moda de los piercings y que el peinado de los Beatles causaba el mismo escándalo que ciertas coreografías de reggaetton. El Doctor House sustituyó a la Casa de la Pradera, y ahora hay cosas que no había hace décadas como teléfonos móviles, redes sociales, tiendas de los chinos... ¿Y qué? La capacidad de comprensión humana es inherente a cada persona, y no se ve mermada según la década en la que hayas nacido. ¡Por supuesto que tus padres te pueden entender!
La pregunta es: ¿quieres entenderte con ellos?
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. (Ef. 6:2). Si os entendéis entre vosotros, será mucho más fácil. : )
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