Dios y la justicia con los huérfanos en Chile

En la palabra de Dios, uno de los temas que más nos encarga El Señor es cuidar y proteger al pobre, al extranjero, a la viuda y al huérfano. Hoy hablaremos sobre la importancia que Dios le pone a los niños y las decisiones que toma el Señor cuando se viola los derechos humanos de los huérfanos. Es por esta razón, que ocuparemos la dialéctica hegeliana para explicar esta tesis. En primer lugar, explicaremos el porqué del juicio que realizó Dios al pueblo cananeo. Luego, en segundo lugar, explicaremos de manera resumida la historia y las violaciones de Derechos Humanos que realiza el Estado de Chile con los niños. Y, para finalizar, reafirmaremos la tesis de que Dios le da mucha importancia a los DDHH de los niños en la actualidad.

Durante el éxodo del pueblo hebreo hacia la tierra de Canaán, El Señor le dio unas indicaciones a la descendencia de Jacob y una de ellas era eliminar a los cananeos. Siempre me he preguntado de por qué Dios tenía planeado el genocidio del pueblo cananeo. ¿Dios es un Dios de amor y de misericordia? ¿Dios manda cuidar al extranjero, pero manda a matar al extranjero? ¿Qué hicieron los cananeos para merecer todo el juicio del Señor para ser eliminados de la faz de la tierra?

Una de las respuestas es que Dios considera que los cananeos eran unas personas despiadadas, que acudían a la hechicería, brujería, espiritismo... Pero estas respuestas no acaban de convencer pues ¿por qué no se les manda destruir a casi todos los pueblos primitivos siendo que ellos acuden al paganismo? Aumentan las preguntas y no parece que haya ninguna respuesta convincente.

No obstante, existe una justificación poderosa que da Dios a los hebreos de porqué destruir al pueblo cananeo: la práctica religiosa del sacrificio de niños que realizaban los cananeos como ofrenda a sus dioses. Una de las cosas que más aborrece el Señor de Israel es la muerte de sangre inocente (Proverbios 6:16-19) y más encima si esas vidas sacrificadas se ofrendan a ídolos (Isaías 44: 9-20). En otras palabras, Dios manda exterminar al pueblo cananeo por las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, específicamente por la matanza indiscriminada de niños para los ídolos cananeos.

En el Chile de la post-dictadura existe una institución llamada SENAME (Servicio Nacional de Menores). Que tiene como misión “contribuir a la promoción, protección y restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes vulnerados/as, así como la responsabilización y reinserción social de los adolescentes infractores/as de ley, a través de programas ejecutados directamente o por organismos colaboradores del servicio”. Es decir, esta institución estatal asiste aquellos niños que van a ser adoptados, chicos con prontuario delictual, niños que le quitaron la tuición a sus padres (normalmente papás que tienen problema con las drogas), porque “están en peligro sus vidas”, entre otros casos.

Actualmente, el SENAME no está cumpliendo con su misión institucional, sino más bien está fracasando fuertemente en esto, por el hecho de que múltiples instituciones de la sociedad civil, expertos y la ONU representada por la UNICEF están reflejando que en el servicio nacional de menores se están violando sistemáticamente los DDHH de los niños y niñas que están dentro de los hogares del SENAME, es decir: a los niños los están matando, torturando, se están cometiendo abusos y violaciones sexuales, se da un alto índice de intentos de suicidio (según el informe de la comisión especial de la cámara de diputados). Es decir, la situación del SENAME es realmente insostenible, ya que se están violando sistemáticamente los derechos de los niños y adolescentes[i].

En el SENAME los niños están siendo criados con violencia extrema. Algo similar ocurre con las poblaciones más marginales del país, ya que, según UNICEF, más de un millón de niños vive en algún tipo de pobreza. Esto significa que los chicos están expuestos a vivir en un contexto sociocultural violento y desarrollar en el futuro una carrera delictual, por el hecho que los papás están consumidos por la drogadicción y alcoholismo o trabajan todo el día por tener el sueldo mínimo chileno ($301.000 chilenos = 376,20 dólares =341,34 euros), para darle lo mejor a sus hijos, pero los papás no tienen el tiempo de criarlos y a los niños los crían los abuelos (otro tema fundamental), o se crían solos, o los amigos que los guían a malos pasos...

Dentro del estallido social que ocurre en Chile, los principales protagonistas de las manifestaciones tanto pacíficas como violentas son los jóvenes, adolescentes y niños. Pero, quienes son los protagonistas de los desórdenes públicos son estos mismos que viven en violencia extrema dentro de los contextos que viven a diario. Estos son los hijos del sistema neoliberal de Chile, es decir, niños que no conocen el amor ni la empatía, solamente conocen la violencia sistemática que ellos viven, son los niños que son sacrificados por el bienestar de algunos.

Nosotros creemos que el Dios de la historia nos quiere hacer ver esta realidad, que hay muchas generaciones de niños que están siendo sacrificados por este ídolo llamado el sistema económico-social neoliberal y que el Señor está mandando a su pueblo a hacer justicia y exterminar todo rastro de injusticia que dañe a ésta y a las futuras generaciones, ya que si no lo hacemos Dios demostrará su desacuerdo ante nosotros (Éxodo 22:22-24; Jeremías 7:5-7).

Eduardo López Carreño – Ldo. Filosofía y Profesor – Santiago de Chile