Año nuevo, prejuicios de siempre

Cerrábamos el año hace solo unos días repasando los artículos más leídos en Protestante Digital, siendo el primero la rectificación pública que Informativos Telecinco tuvo que realizar -tras la condena del juez- por acusar falsamente de pederastia a un pastor evangélico. 

El periodismo generalista en España, históricamente, no ha tratado bien a los evangélicos. Y a pesar de los esfuerzos que se han realizado desde diversas organizaciones y plataformas, seguimos asistiendo a tristes episodios que engrosan la lista de desagravios hacia nuestro colectivo.

Ha sido esta vez en El País, que ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel, en Madrid.

Se trata de un artículo que en lugar de intentar entender o simplemente describir la dinámica de los cultos dominicales, en lugar de acercarse de forma objetiva a la realidad de estas iglesias, opta por contar aquello que pueda sembrar sospechas, que estigmatice o que simplemente ridiculice a los evangélicos. En definitiva, una caricatura.

Aún más grave es el tono xenófobo empleado por el articulista, que parece asustarse ante la presencia de extranjeros liderando alguna de las congregaciones, o que vierta sospechas totalmente infundadas sobre la financiación de las iglesias. Que ridiculice las experiencias espirituales es otro triste ejemplo de falta de comprensión, algo que podría haber resuelto si hubiera querido informarse para luego informar a los lectores de su medio.

Nos causa una profunda tristeza la deriva de El País con respecto a los evangélicos. En el año 2007, este medio fue merecedor del premio Unamuno, amigo de los protestantes que concede Protestante Digital. En aquel entonces, con otra línea periodística y dos magníficos profesionales (Juan G. Bedoya y Ana Alfageme) se destacaba que el periódico estaba haciendo un esfuerzo por no caer en tópicos y dar una información equilibrada y objetiva sobre los evangélicos de forma amplia.

En la actualidad, son raras las veces que cubren algún hecho evangélico positivo. Incluso dieron por bueno un bulo que estigmatizaba a los evangélicos en Latinoamérica, algo que llevó a la Defensora del lector a hacer una sonora rectificación.

Un año más, desde Protestante Digital seguiremos trabajando para poder informar sobre el pueblo evangélico -lo bueno, lo malo y lo regular- y seguiremos denunciando las malas prácticas que siguen presentes en los medios. El 2020 no ha empezado con buen pie, pero tenemos por delante 12 meses para mejorar. La esperanza es lo último que se pierde.