Sextorsión, nueva forma de explotación sexual

El tráfico de personas y la esclavitud sexual “ya no se limitan geográficamente, sino que se extienden más allá de las fronteras de estados nacionales a través de la poderosa y a la vez peligrosa plataforma que se encuentra en la red.”

“La sextorsión es una nueva forma de explotación sexual que se da a través del chantaje usando contenido sexual explícito”, explica en una entrevista con Evangelical Focus la asistente ejecutiva Ioana Humelnicu, de la organización Abolishion, que lucha contra el tráfico de personas y la explotación sexual.

Las víctimas principales “son menores, ya que se les puede manipular fácilmente, pero también pasa entre adultos”, advierte la experta de Rumanía.

“Las víctimas de sextorsión sufren un fuerte abuso sexual y emocional, depresión, abandonan los estudios, sus notas bajan, pueden llegar a autolesionarse y, en casos extremos, incluso pueden llegar a suicidarse.”

ÁNIMO Y APOYO EMOCIONAL

Para poder ayudarles “debemos crear un ambiente seguro para ellos […], necesitan ánimo y apoyo emocional, además de saber que eso no les define”, señala Humelnicu.

“No tienes por quég vivir con miedo, aislarte, ni dejar de vivir tu vida por culpa de esta nueva amenaza que existe en la red. En vez de eso, necesitas aprender cómo protegerte a ti y a tu familia para navegar en las condiciones más seguras”, explica.

Pregunta. ¿Qué significa sextorsión y cómo se da? 

Respuesta. En un mundo en constante desarrollo, el tráfico de personas ya no se limita geográficamente, sino que se extiende más allá de las fronteras de los estados nacionales a través de la poderosa y a la vez peligrosa plataforma que se encuentra en la red. En su contexto perfecto, nace una nueva amenaza en línea: la sextorsión.

La sextorsión es una nueva forma de explotación sexual que se da a través del chantaje usando contenido sexual explícito. El criminal amenaza a la otra persona diciendo que publicará el material sexual que tiene con la víctima si no hace lo que le dice.

Da igual cómo haya conseguido ese material, si el criminal lo distribuye sin el consentimiento de la otra persona estaremos hablando de sextorsión.

Hay dos maneras de que el criminal obtenga fotos: acosando sexualmente o hackeando cuentas. Con el acoso, los criminales normalmente crean cuentas falsas en la red, actuando a través del mundo tan amplio de las redes sociales y los juegos en línea. Sus identidades se crean dependiendo del contexto y de a quien vayan dirigidos. Entonces se ponen en contacto con la víctima y empiezan un proceso de acoso en la red. Se ganan la confianza poco a poco, construyendo una relación virtual con la víctima, y en un momento dado obtienen material sexual comprometedor. El siguiente paso es la sextorsión.

Los criminales chantajearán a la víctima, amenazándola, diciendo que publicarán el contenido en la red si no paga cierta suma de dinero o si se niega a enviar más material sexual.

Al hackear, los criminales obtienen imágenes sexuales de la víctima sin su consentimiento o sin que se percate de ello. El criminal viola la seguridad de la red del ordenador mediante diferentes métodos. Uno de ellos es instalando un programa de malware en el ordenador de la víctima. En muchos casos, el criminal persuade a la víctima para que instale un programa que en realidad resulta ser un troyano. Este troyano instala un malware en el ordenador sin que la víctima lo sepa. Después de eso, el criminal tiene acceso a sus archivos personales de ese ordenador, como fotos, vídeos, contactos y otros detalles importantes.

Y hay más, el criminal incluso puede acceder a la webcam para grabar y hacer fotos a la víctima sin que se dé cuenta. Poco a poco, irá recopilando más material y empezará a hacerle chantaje.

P. ¿Quiénes son las víctimas de la sextorsión?

R. Los principales afectados son los menores, ya que se pueden manipular fácilmente. Sin embargo, esto también se da entre adultos.

P. ¿Cómo y dónde tiene lugar?

R. La sextorsión ocurre en la red, normalmente a través de páginas de contactos o en redes sociales, y también en apps de mensajería del móvil o tablet. En muchos casos, los criminales usan más de una plataforma para mantener el contacto con la víctima. Pueden empezar en plataformas en línea y entonces pasar al teléfono y al chat con vídeo.

Hay multitud de aplicaciones del móvil que facilitan la localización, el acoso y la captación de las víctimas. Después de eso, coaccionan para participar en actividades sexuales. 

Los criminales pueden dar motivos para persuadir a las víctimas, como decir que hay problemas con el audio, y que así descarguen e instalen ciertas apps que teóricamente lo solucionan. Una vez instaladas, las apps (que en realidad se tratan de virus o malware) roban la información personal de la víctima como sus contactos, fotos, vídeos y otros datos que usarán para hacer chantaje.

Cuando el objeto de chantaje se publica en línea, millones de usuarios de todo el mundo pueden acceder a él a través de Internet.

P. ¿Qué deberíamos hacer si nos hacen chantaje?

R. Primero, habla de lo que ha pasado: es importante entender que eres una víctima y  que los criminales se apoyan en tu silencio para continuar con su abuso.

No hagas lo que te pidan, no pararán, te pedirán cada vez más.

Ioana Humelnicu.

Corta todo el contacto que tengas con los criminales: cuanto más se esté en contacto, más expuesto estarás a sus manipulaciones. Elimínalo y bloquéalo de todas las cuentas de las redes sociales en las que está en contacto contigo y desactiva tu cuenta durante un tiempo.

No borres ningún dato: cualquier material puede utilizarse como prueba para poder acusar al criminal.

Si se ha publicado vídeo o contenido en la red, denúncialo inmediatamente al servidor.

Y sobre todo contacta a la policía local.

P. El sexting se ha convertido en una práctica habitual, ¿está relacionado de alguna manera con la sextorsión?

R. Sí, están relacionadas y al mismo tiempo son diferentes. El sexting se refiere a enviar mensajes de texto, fotos y vídeos eróticos. El sexting es una acción que se lleva a cabo con el consentimiento de todas las partes involucradas en la comunicación, mientras que en la sextorsión no hay consentimiento.

En muchos casos, el sexting es un medio por el cual los criminales obtienen material comprometedor. Alguien se ve sextorsionado cuando una imagen de un desnudo compartido a través del sexting se publica en Internet.

P. ¿Cómo afecta la sextorsión a las víctimas?

R. La sextorsión tiene efectos negativos graves, y algunas consecuencias son trágicas. Las víctimas de la sextorsión sufren un fuerte abuso emocional y sexual.

Además de estos efectos inmediatos, las víctimas pueden sufrir depresión, abandonar los estudios, hacer que sus notas bajen… Pueden autolesionarse y en casos extremos incluso suicidarse.

P. ¿Cómo podemos ayudar a las víctimas de la sextorsión como indiviuales y en la iglesia local?

R. Creo que es muy importante que les hagamos sentir seguros. El mayor miedo es ser juzgados. Debemos crear un ambiente seguro para ellos, debemos escucharles y hacerles sentir queridos y aceptados pase lo que pase.

Necesitan ánimo y apoyo emocional, y tienen que saber que eso no les define, que les espera un futuro mejor.

P. ¿Hay algo más que quieras compartir?

R. No tienes por qué vivir con miedo. No tienes que aislarte ni dejar de vivir tu vida solo porque existe esta nueva amenaza en la red.

En vez de eso, necesitamos aprender a protegernos a nosotros mismos y a nuestra familia para navegar por la red en las condiciones más seguras. Es como conducir un coche, antes de empezar tu viaje te pones el cinturón para asegurarte de que te proteges a ti y a tus seres queridos.