Organizaciones como la Fundación de Asistencia Social Humanitaria (Asahac) lo consideran como el segundo país del mundo con más trata. El primero es Tailandia. Otros, como Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, creen que el tráfico de personas ya es la segunda fuente de ingresos del crimen organizado, después del trasiego de drogas.
"Organizaciones como la Fundación de Asistencia Social Humanitaria consideran a México como el segundo país del mundo con más trata. El primero es Tailandia."
En entrevista con el diario inglés The Guardian, Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe, reveló que su organización cree que,
sólo el año pasado, los carteles mexicanos hicieron US$10.000 millones de la esclavitud y explotación sexual de mujeres y niñas.
A veces parece un tema omnipresente en este país: en los diarios se registra el rescate de víctimas, en el sistema de televisores del metrobús se anuncian los teléfonos a los que hay que llamar para denunciar. En la radio se debate. Sin embargo, no hay cifras exactas del fenómeno.
"Se puede tener una idea de la dimensión por los miles de jóvenes que desaparecen cada año en este país", dice el director de una organización no gubernamental que se dedica a reacoplar en la sociedad a las víctimas de la trata.
Hace unos días el asunto volvió a caldearse cuando Lydia Cacho, quizá la periodista que más ha trabajado el tema en el país, denunció que algunos cabilderos quieren reformar la ley de trata de personas -que sólo entró en vigor el año pasado- para desactivarla.
UNA BUENA FISCAL
La Procuraduría General del Distrito Federal está situada en un edificio cuadrado y feo, de colores crema y verde pálido, al que se conoce informalmente como "El Búnker".
En su laberinto de oficinas está la fiscalía encargada del delito de Trata de Personas del DF. La fiscal, Juana Camila Bautista, es esa rara avis: una funcionaria de la que casi todos hablan con respeto. Periodistas, víctimas e integrantes de organizaciones no gubernamentales recomiendan hablar con ella.
"La trata es un delito complejo, porque las víctimas muchas veces no se asumen como tales. Muchas veces están sometidas y no quieren denunciar a sus tratantes por amenazas a ellas, sus familias o a los hijos que tienen con ellos".
Esto lo confirman las entrevistas realizadas, en las que las chicas traficadas insisten una y otra vez que
más del 90% de las chicas que conocieron se prostituían porque eran obligadas, no por voluntad propia.
Aunque Juana Camila Bautista lleva varios años trabajando en temas de trata, la fiscalía que encabeza sólo fue creada en mayo de este año.
Entre 2008 y 2009 se rescataron casi 200 personas, la mitad menores de edad. Sólo desde mayo de este año -cuando empezó a funcionar la fiscalía- han llevado a cabo alrededor de 200 operativos, con más de 90 personas consignadas. Se han rescatado 210 víctimas.
Pero los "padrotes" (chulos) están aprendiendo. Por ejemplo, ahora pocos se arriesgan con menores de edad, pues saben que las penas empeoran. "Muchas de ellas nos han contado que los dueños o los encargados de los establecimientos donde son explotadas las reúnen y llegan abogados para que las aleccionen y les indiquen qué decir en caso de que haya operativos. Qué decir ante la policía, ante el ministerio público, para que los dueños no tengan ningún problema", explica la fiscal.
¿Por qué es tan difícil atacar lo que está a la vista de todos, por ejemplo en la Calle Sullivan?
"La prostitución en nuestra ciudad no es delito. Lo que perseguimos son los delitos que se dan alrededor de esta actividad (…). La ley en cuanto a la explotación sexual establece que si una chica le da aunque sea cinco pesos al tratante, ahí ya la está explotando".
Agrega, empero, que podría organizar en ese mismo instante un operativo en Sullivan y ninguna chica se atreverá a acusar a su padrote.
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