El número de suicidios entre el personal activo y de reserva del Ejército de los EE.UU., en lo que va del 2012, es mayor que el total de muertes de militares en la Operación Libertad Duradera en Afganistán durante el mismo período.
Un total de 154 soldados estadounidenses en servicio activo se han quitado la vida en los primeros 155 días del presente año, es decir, casi un suicidio por día.
Esta cifra se considera la tasa más alta durante la década de guerra en Afganistán, según las estadísticas que ha revelado el propio Pentágono. Incluso sin los datos del Ejército de octubre, se cree que los suicidios desde enero hasta septiembre aún superar las muertes militares combinadas de combate en Afganistán desde enero hasta 22 de octubre.
Según los datos publicados por el Ejército de los EE.UU., en el mes de septiembre se registraron 15 suicidios entre los soldados en servicio activo, que es el mismo número de suicidios que se produjeron en agosto.
El informe explica que la mayoría de los efectivos que han cometido suicidio han participado en misiones de combate en Afganistán. Todavía no se ha dilucidado en su totalidad las razones de este incremento, pero existen algunas explicaciones como la exposición al combate, estrés postraumático, mal uso de medicamentos recetados y problemas financieros personales, entre otras.
CIFRAS EN AUMENTO
La nueva cifra dada a conocer muestra un aumento de 18% sobre los 130 del mismo periodo de 2011 y, además, ha excedido la proyección de 136,2 suicidios que el Pentágono había previsto para este periodo en base a la tendencia de 2010-2011.
El creciente número de bajas militares en Afganistán, ha causado gran indignación en Estados Unidos, así como otros Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que aumenta el rechazo público a la guerra de Afganistán.
Aunque no todas las muertes han sucedido en Afganistán, la gran mayoría ha tenido lugar allí, especialmente en los últimos años.
"Cada suicidio en nuestras filas es una pérdida trágica para la familia del Ejército, afectando negativamente a la disposición de nuestro Ejército", dijo el teniente general Howard B. Bromberg, subjefe de personal, en un comunicado del Departamento de Defensa. "Pido a los soldados, a los miembros de la familia, vecinos y amigos, tener en cuenta a los demás y extender la mano y abrazar a los que pueden estar luchando", añadió.
Bromberg invitó a "reconocer las señales de advertencia, tales como el abuso de sustancias, problemas de relación, el apartarse de los amigos y actividades, y utilizar los recursos disponibles para ayudar a otras personas". “Nuestras acciones pueden salvar vidas", dijo.
“UN AÑO DIFÍCIL”
La guerra que lidera EE.UU. en Afganistán comenzó en 2001 bajo el pretexto de luchar contra los talibanes, sin embargo, esta ofensiva aumentó la inseguridad en el país asiático donde existen alrededor de 130 mil tropas extranjeras.
El problema no se limita al Ejército de los EE.UU. En su intervención en el Club Nacional de Prensa el pasado 28 de agosto, el comandante del Cuerpo de Marines, James Amos, dijo que el 2012 sería un "año difícil" para todas las fuerzas armadas, cuando se trata de suicidios militares.
"Creo que lo que le diría a todos es que existe, no por falta de esfuerzo y liderazgo por parte de todos los servicios para intentar disminuir este fenómeno, pero creo que este año va a ser un año difícil para todos los servicios", dijo Amos.
El Departamento de Defensa de los EE.UU. indicó que el Ejército pone los recursos de prevención de suicidio a disposición de las tropas y sus familias, incluyendo la divulgación de las líneas directas y enlaces a organizaciones de suicidio dirigidas a personal militar.
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