El informe resalta que estos jóvenes que ni estudian ni trabajan corren el riesgo de quedar excluidos de forma permanente del mercado laboral ya que no están adquiriendo experiencia ni conocimientos útiles para pasar de la inactividad y el paro al empleo.
En el conjunto de la Unión Europea, la crisis ha aumentado el paro juvenil desde los 4 millones de personas a principios de 2008 (el 14,7%) hasta 5,2 millones (20,4%).
el hecho de que sólo Italia nos supere en 2008 con un porcentaje de jóvenes en la misma situación del 22%, no es sólo negativo en sí mismo sino que, además, va en contra de la tendencia del resto de países de la OCDE ya que ha aumentado. Entre los años 2000 y 2008 el porcentaje ha pasado del 15 al 19,4% en España mientras que en el conjunto de la OCDE ha descendido, al pasar de un 18,2 a un 14,7%. Por encima de España en porcentaje de jóvenes «ociosos» están Turquía, con un 44,6%, e Israel, con un 37,5%, ambos fuera del territorio europeo.
Esta organización internacional, este año muy centrada en los aspectos económicos en su informe anual, destaca que entre 1995 y 2007 la mayoría de los países aumentaron fuertemente sus inversiones en educación preuniversitaria, una media del 43%, pese a que el número de estudiantes se mantuvo más o menos estable durante el periodo. En el caso de la formación universitaria el aumento el aumento medio del gasto fue del 14%.
ACONSEJAN INVERTIR EN EDUCACIÓN
El gasto en educación varía mucho entre los diferentes países aunque de media dedican el 6,2% de su Producto Interior Bruto (PIB) a este capítulo. En cuanto a la parte del total del gasto que se dedica a educación también hay diferencias entre los países ya que, por ejemplo, la media de la OCDE es del 13,3% y hay países, véase México, que destina el 22%, como consecuencia del elevado déficit que tiene en este terreno. La mayoría de países europeos dedican una media del 10% del gasto a educación.
Una de las novedades que refleja el informe presentado es que anima a los Gobiernos a invertir en educación no sólo porque es muy importante en sí mismo, sino también porque es rentable económicamente para las arcas públicas. Así, por ejemplo, según sus cálculos una persona que cuenta con un nivel de educación universitario generará el equivalente a 119.000 dólares adicionales en impuestos sobre la renta y aportaciones sociales en su vida laboral, por contraste con quien sólo ha estudiado el equivalente al Bachillerato.
En materia de vinculación entre formación y empleo la OCDE considera que a mayor formación aumentan los años que se puede estar trabajando, lo que beneficia a la salud de los sistemas públicos de pensiones, muy dañados por el descenso de población activa asociado a la caída de la natalidad. Desde 1997 la tasa media de paro entre la población con estudios universitarios ha sido de un 4% mientras que entre la que no tenía formación superior se ha elevado al 10%.
La OCDE, además de lanzar un llamamiento inversor en el conjunto del sistema educativo, se muestra optimista de algunos resultados alcanzados hasta el momento ya que el nivel académico ha subido mucho en los últimos 30 años, como lo demuestra el hecho de que de media la proporción de personas entre 25 y 34 años con al menos el bachillerato es 22 puntos porcentuales mayor que la correspondiente a personas entre 55 y 64 años.
Los profesores y su situación socio laboral también es objeto de estudio por parte de la OCDE, sobre todo en el apartado que destaca que los salarios de los docentes se incrementaron en términos reales entre 1196 y 2008 en casi todos los países aunque, a renglón seguido añade, que «en la mayoría de los países los profesores percibe menos ingresos que otros individuos con preparación académica similar, lo que se aprecia en que un profesor con 15 años de experiencia en educación secundaria básica gana desde 16.000 dólares americanos en Hungría a 98.000 en Luxemburgo».
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO
El Ejecutivo comunitario ha presentado una estrategia, denominada Juventud en Movimiento, para tratar de ayudar a estos jóvenes a adquirir los conocimientos, las capacidades y la experiencia para encontrar trabajo. La estrategia propone 28 acciones clave cuyo objetivo es hacer que la educación y la formación se ajusten mejor a las necesidades de los jóvenes y animar a que un mayor número de ellos aprovechen las becas de la UE para estudiar o formarse en otro país.
«Queremos reducir el número de personas que abandonan prematuramente los estudios y aumentar la proporción de jóvenes en la educación terciaria para que puedan aprovechar todo su potencial. La UE necesita aún más personas que tengan muchas capacidades y conocimientos y sean innovadoras si quiere prosperar en el futuro», ha dicho la comisaria de Educación, Androulla Vassiliou.
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