Google, los fabricantes de gadgets, las ´telecos´, tu jefe... Todos o algunos de ellos quizá no tengan mucho interés en que tu sepas algunos de sus «secretos». Desde la posibilidad de que te espíen hasta el hecho de que te cobran más de lo que deberían. La famosa revista de tecnología PC World habla del tema y se refiere a 21 diferentes cosas que «ellos» esconden del usuario.
Comienza la lista destacando que el proveedor de acceso a Internet podría ser «un policía del Copyright», ya que tiene los datos y el tráfico de archivos que produce cada usuario. Es decir, no les es nada difícil detectar si se ha descargado una película usando el «eMule» o si se han bajado canciones o series en descarga directa.
El uso que hacemos de Internet también deja huella en el navegador. De hecho, la opción de ´Privado´ o ´Incógnito´ del navegador no es tal: lo único que hace esta opción es decir a tu navegador que no registre cookies ni tus búsquedas en Google, pero eso no significa que las webs no puedan seguir registrando tu dirección IP.
Siguiendo con la red de redes, la revista cuenta cómo Google «podría delatarte»: la gran ´G´ tiene mucha, pero que mucha información. Si el gobierno de EEUU le pidiera algunos datos, Google no tendría muchas salidas para negarse.
Ante tanta falta de protección y privacidad, el usuario deposita su confianza en los antivirus. Pero estos tampoco son infalibles: los programas de seguridad para PC suelen detectar pequeños virus y vulnerabilidades, pero poco pueden hacer ante grandes ataques. Así, la mejor forma es prevenir encriptando los datos más valiosos y haciendo copias de seguridad.
Las redes sociales son otras de las herramientas de moda y que dejan mucha información privada a disposición de las compañías. Además, nunca olvidan: si quieres borrar la información de tu ordenador no tienes más que formatearlo, pero si quieres eliminar una conversación en Facebook, quizá no puedas. Todo queda registrado en la Red. Las aplicaciones de Facebook también espían, ya que cada vez que se acepta utilizar una aplicación en Facebook, ésta recibe el acceso total a tus datos personales.
No es extraño que, ante el flujo de información, los gobiernos se interesen por la informática. La CIA y otras agencias similares espían lo que hace cada uno en Internet: en el correo electrónico, chat, etc. Esto ha ocurrido especialmente en EEUU, donde se han interceptado conversaciones y correos de supuestos terroristas. Pero eso no quiere decir que Europa esté al margen.
Así que la «ciberguerra» está creciendo: China, Estados Unidos, Corea del Norte, Rusia son los actores más importantes y así lo demuestra su apuesta por la creación de ejércitos de hackers.
EL MÓVIL: NUESTRO ESPÍA CONTINUO
Los móviles (que según la revista no provocan accidentes en los aviones) es un delator constante.
Ni siquiera hace falta que el teléfono tenga GPS para que pueda conocer la localización del usuario. Las coordenadas de la última torre a la que se conectó el gadget bastarán para poder localizar la posición. La información de geolocalización además no es privada: las compañías telefónicas podrían venderla a terceras empresas.
Pero hay más espías cotidianos. La webcam, a veces activada por defecto en los portátiles, pueden estar funcionando sin que nos demos cuenta y no son difíciles de hackear.
Los pasaportes que llevan chip pueden ser también objetivo de hackers. De hecho, algunos pasaportes como los estadounidenses llevan chip incorporado para traspasar la información de forma remota a un ordenador, lo que puede ser un peligro para la privacidad de las personas.
Pero un espía más cotidiano y, probablemente, el más peligroso, es sin duda el jefe. Existe diferente software que permite conocer el uso que un trabajador hace en su ordenador de oficina, sobre todo en las compañías medianas y grandes.
Una de las curiosidades que destaca la lista es que los marcapasos y otros implantes pueden ser hackeados, modificando el ritmo de éstos en aquellos implantes que se pueden ajustar de forma remota mediante un ordenador.
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