Quizá en más de una ocasión se han topado con algún correo electrónico de dudosa procedencia revelando «la verdad» sobre algún oscuro asunto: peligrosas recetas de comida rápida, efectos nocivos producidos por alguna bebida o, quizá de mucha más actualidad, los indeseados efectos secundarios de la vacuna para la gripe N1H1.
Todos estos mensajes tienen algo en común: se esparcen a una velocidad de vértigo gracias al correo electrónico o las redes sociales. Y no es extraño que pervivan circulando durante meses o incluso años.
Pero la historia de los ciberbulos tiene muchos antecedentes. En los ochenta empezó a correr el rumor de que el logotipo de Procter & Gamble -un hombre barbudo, con forma de luna creciente, en el interior de un círculo con 13 estrellas- era el símbolo de Satán. Según la compañía, en 1995 cuatro antiguos empleados de una distribuidora reavivaron la leyenda asegurando que parte de los beneficios del grupo servían para financiar cultos satánicos. En 2007, un tribunal los condenó a pagar una indemnización de 14 millones de euros.
Otra gran compañía igualmente acostumbrada a los rumores, McDonald´s, gastó el año pasado cinco millones de euros en una amplia campaña llamada Testigos de Calidad para convencer a todo aquel que tuviera dudas sobre la procedencia y elaboración de sus hamburguesas, animando a visitar al proveedor que elabora todas las hamburguesas en España y Andorra.
«No hemos detectado una bajada de ventas a consecuencia de ninguno de los mitos que circulan sobre nuestra compañía, pero es cierto que sabemos que existen y por ello los afrontamos. No se trata de justificarnos ante nadie, precisamente se trata de lo contrario, o sea, reafirmar nuestro compromiso con la calidad», explican fuentes de la compañía.
McDonald´s se ha esforzado mucho en los últimos años en convencer a la opinión pública que comida rápida no equivale a comida mala. Pero las historias siguen y este año, explica, repetirán la campaña.
LA FÓRMULA DEL BULO EN LA RED
La Asociación de Internautas propone una serie de pautas para detectar los bulos o falsos rumores que llegan por Internet:
- Los ´hoax´ o bulos carecen de fecha de publicación y están redactados de la manera más atemporal posible para que pervivan el máximo tiempo circulando en la red.
- Son anónimos, no citan fuentes (ya que carecen de las mismas) y no están firmados para evitar repercusiones legales. Pero aunque vengan firmados la información que presentan puede ser falsa, como ocurre con los simpáticos «Andy y John» que harán Messenger de pago o la jefa de productos de Mercadona que regala bonos de 150 euros por reenviar correos.
- Contienen un gancho para captar la atención del internauta. El éxito del bulo residirá en si el gancho es muy morboso, si tiene que ver con el dinero o genera miedo. Un ejemplo sería el de Coca-Cola. Son varias las leyendas surgidas en torno a este refresco de masas. Muchas tienen que ver con la salubridad de las latas o con el carácter supuestamente corrosivo de la bebida.
- Algo similar sucede con Actimel. El mito es que es malo para la salud. Produces L. Casei y dejas de fabricar defensas cuando el organismo se acostumbra a recibirlo externamente. Los efectos suelen aparecer a partir de los 14 días de consumirlo y son peores para los niños. Muchos de los correos con este rumor solicitaban que se reenviara para avisar a otras personas del peligro. El gancho es, por tanto, el miedo basado en la salud.
Estos bulos normalmente contienen una petición de reenvío. Se solicita el reenvío para alertar a otras personas, para evitar mala suerte, para evitar la muerte, o con cualquier otra excusa. El objetivo de esta petición de reenvío reside en captar las direcciones IP, crear bases de datos con las que realizar posteriores campañas de spam o, simplemente, con el ánimo de difundir la información falsa todo lo posible.
Si quieres comentar o