Alertan de que las facilidades jurídicas para romper el matrimonio son “un gran disolvente del compromiso social de los cónyuges”. La legislación sobre el matrimonio en España refleja “la gran distancia que existe entre la regulación jurídica y las necesidades sociales”, consideran.
Según esta organización, las facilidades para conseguir el divorcio “ha unificado todas las situaciones”. Es decir, la legislación iguala casos en que es necesario un divorcio rápido (como casos de violencia machista, por ejemplo) con casos menos conflictivos. Haciendo un símil con otra área social, “es como si se llamara propiedad a todas las formas de uso de una casa, sin distinguir la compra del alquiler o la donación".
En este sentido, el informe de The Family Watch señala que la legislación española sobre el matrimonio “no tiene en cuenta que no todos los tipos de unión tienen las mismas consecuencias para la pareja ni para los hijos”. “Tampoco el coste social es uniforme”, ya que “la falta de estabilidad familiar supone un recurso mayor a la sanidad pública y los restantes servicios sociales”, indica.
Carlos Martínez de Aguirre, catedrático de Derecho Civil y presidente de The Family Watch, cree que “la descripción de las últimas reformas legales es la crónica del imparable ascenso y vertiginosa caída del matrimonio civil español, en poco menos de 25 años”. Por ello, cree que la solución pasa por “recobrar las funciones estratégicas de la familia, por demostrar, con los datos en la mano, que hay modelos familiares y matrimoniales que funcionan mejor que otros”.
“SE DISMINUYEN LAS OBLIGACIONES MATRIMONIALES”
Por su parte, la profesora de la Universidad de A Coruña, Carmen Garcimartin argumenta que “al facilitar al máximo el divorcio, lo que principalmente se consigue no es disminuir la conflictividad de las rupturas, sino reducir las obligaciones matrimoniales, al mismo nivel que las deudas del juego”.
El informe, que tiene 250 páginas y está publicado por la editorial Aranzadi, recoge también las aportaciones, entre otros, de Rafael Navarro-Valls, quien señala que “el derecho puede contribuir más a no erosionar el ecosistema familiar que a restaurarlo”. Por ello, la misión de los juristas debería ser el “contribuir a crear un ambiente jurídico propicio para diseñar un marco favorable a que las familias se mantengan unidas y puedan ocuparse convenientemente de sus hijos”, apunta.
Por otro lado, la profesora de Filosofía del Derecho Maria Elósegui aborda la necesidad de facilitar la conciliación entre familia y trabajo. “Muchos de los problemas de falta de estabilidad en los matrimonios con edades entre los 30-45 años tienen relación con las dificultades de las personas jóvenes con responsabilidades familiares para lograr su desarrollo profesional, y atender a sus obligaciones familiares, tanto respecto a sus hijos como en el cuidado de las personas dependientes”, explica.
¿QUÉ ES THE FAMILY WATCH?
El nuevo observatorio The Family Watch quiere ser un "think tank" que, a partir del análisis de la realidad social de la familia, se dedique a la elaboración de estudios, propuestas e iniciativas en favor de la familia. Todo ello, desde una perspectiva interdisciplinar.
Aparece en España a través de la International Federation for Family Development, organismo destinado a la coordinación de iniciativas en favor de la Orientación Familiar. Está presente en más de 50 países, y es miembro con Estatus Consultivo especial en el Comité Económico y Social de Naciones Unidas, y tiene representación permanente en las principales sedes de la ONU: Nueva York, Ginebra y Viena.
Para más información, puede consultar su web española [http://www.thefamilywatch.org/tfw/tfw-show-es.php]
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