La falta de documentos lleva a que la cifra no sea exacta. Pero no hay duda que hubo una clara persecución por parte del estado liderado por Hitler. El 7 de marzo de 1936, los gitanos perdían su ciudadanía (al igual que judíos y descendientes africanos) y por tanto, su derecho a votar. En otro decreto publicado el 8 de diciembre de 1938, el Comandante Jefe y Ministro de Interior del régimen, Heinrich Himmler, definía a los gitanos como "un enemigo biológico, de raza extranjera y de sangre extranjera".
En la clasificación racial nazi, los gitanos entraban en la categoría de "híbridos" y su carácter nómada se definía como una "degeneración". La represión se guió desde la llamada Unidad de Investigación de Higiene Racial y Biología Demográfica, fundada en 1936. Desde este organismo se determinó que la mayoría de los Rom (denominación para el pueblo gitano) era un peligro para la pureza racial alemana, y por tanto, debían ser eliminados.
El Tercer Reich utilizó estos argumentos para justificar su esterilización y su deportación a los campos de concentración, en un proceso que se ha denominado después como Porajmos (palabra que en lengua Rom significa “devorar”). En algunos fueron exterminados, como en Auschwitz-Birkenau, y en otros sirvieron de cobayas para los experimentos médicos de los investigadores nazis, como en Struthof, en Francia.
El monumento a los seis millones de judíos europeos que perdieron la vida en el Holocausto vela su memoria desde hace ya tres años cerca de la puerta de Brandemburgo en Berlín. Pero la construcción del memorial a los gitanos había sufrido importantes retrasos por discrepancias semánticas entre los miembros de esta comunidad.
De hecho, la orden gubernamental para poner en marcha el monumento data del año 1992, y desde entonces se reúnen todas las condiciones para su construcción: los dos millones de euros de financiación, el terreno en el parque central del Tiergarten frente al Parlamento, y el proyecto del artista israelí Dani Karavan.
RETRASO POR EL DEBATE LINGÜÍSTICO
Pero todo se ha retrasado hasta ahora por la interminable batalla semántica entre el presidente del Consejo Central de los Sinti y Roms alemanes, Romani Rose, y la presidenta de la Alianza Sinti, Natascha Winter, sobre la inscripción del monumento.
En 1982, el Consejo Central había decidido remplazar por "sinti" y "roms" el término de "gitano", empleado desde hace más de 500 años, por considerarlo peyorativo. Sin embargo el nombre "sinti" excluye a una parte de este pueblo nómada, y "roms" suele ser utilizado por los propios gitanos para autodesignarse.
Por una parte, Rose pedía que se citara un discurso del ex presidente alemán Roman Herzog que hablaba de "los Sinti y los Roms", y por otra, Winter quería que se utilizara el término genérico de "gitano".
Al final, la decisión que se ha tomado es alentar la coexistencia de todos los términos, pero la palabra que figurará finalmente en la inscripción será "gitanos".
También se grabará un poema del autor italiano Santino Spinelli titulado ´Auschwitz´: "Rostro ahogado/ ojos apagados/ labios fríos/ silencio/ un corazón desgarrado/ sin soplo/ sin palabras/ sin lágrimas", dicen algunos de sus versos.
El ministro de Cultura alemán, se ha mostrado satisfecho por haber llegado a un acuerdo final: "Ha sido un proceso difícil, pero finalmente el monumento verá la luz en los próximos años", ha dicho.
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