En Occidente, en lo que va de año han aparecido animales enfermos en Polonia, Alemania, Reino Unido, Turquía y Ucrania, según la Organización Mundial de Epizootias (OIE en inglés), pero los sistemas de vigilancia y la diferencia entre los tipos de explotación han hecho que no haya habido víctimas humanas (aparte de las de las del extremo oriental de Turquía en 2006).
España ha registrado un único caso, un somormujo que murió en Salburua, cerca de Vitoria, en julio 2006. Desde el comienzo de la epidemia, el Gobierno emite un comunicado semanal de seguimiento. La semana pasada los ministerios de Sanidad y defensa firmaron un acuerdo para que los laboratorios militares fabriquen antivirales como medida preventiva.
Pero en el sureste asiático, el virus se ha hecho endémico en muchos países de esta zona del planeta.
Al menos 226 personas han muerto y cientos de millones de animales han sido sacrificados para evitar la propagación de la enfermedad desde que estalló el brote a mediados de 2003. El problema es especialmente grave en Indonesia, donde este año han fallecido ya ocho personas, infectadas por un virus que, normalmente, portan sólo las aves y en ocasiones más raras los cerdos.
El contagio humano se produce normalmente por contacto con animales enfermos. El hecho de que las autoridades sanitarias optaran al principio por la vacunación, en lugar del exterminio masivo de las aves, explica, en parte, las altas cifras de Indonesia.
Aunque la gripe aviar sigue siendo una enfermedad animal, los expertos temen que el virus causante (H5N1) mute a una forma que salte fácilmente de una persona a otra, provocando una pandemia y millones de muertos. Al menos 359 personas han resultado infectadas -de las cuales ha fallecido el 63%- desde 2003 en 14 países.
La gripe aviar es motivo de particular preocupación en Indonesia, Bangladesh y Egipto, donde el virus se ha enraizado profundamente a pesar de los controles.
LA CRISIS EMPEORÓ CON EL INVIERNO
India está luchando contra el brote más grave que ha vivido hasta la fecha, que se ha extendido a 13 de los 19 distritos del Estado de Bengala Occidental, donde han muerto 129.000 aves y más de 3,4 millones han sido sacrificadas. Las autoridades han prohibido el comercio y consumo de pollo, y han puesto en cuarentena a 26 personas. Cientos están bajo vigilancia.
En Bangladesh, el virus ha sido detectado en 40 de sus 64 distritos. En Pakistán, el Gobierno ha ordenado que sean destruidas miles de gallinas después de que un laboratorio confirmara la presencia del virus H5N1, mientras que en Tailandia el virus ha sido identificado en una segunda provincia, en Phichit, en el norte.
China detectó el mes pasado un brote en aves de corral en Tíbet, mientras que en la provincia costera de Jiangsu un hombre a quien le ha sido diagnosticada la enfermedad resultó, probablemente, contagiado por su hijo de 24 años, quien falleció en diciembre a causa del virus. Este raro caso de dos miembros de una misma familia infectados ha provocado inquietud entre los expertos sanitarios. El virus ha sido identificado también en Turquía.
El riesgo no se limita a regiones pobres donde la población vive en estrecho contacto con los animales. Hong Kong ha cerrado una reserva de aves y la zona de exhibición de pájaros de un parque temático, después de que aparecieran sendas garzas muertas, supuestamente por la gripe aviar.
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