La lista de premiados en los Grammy, que cada año galardona a lo mejor de la música contemporánea popular, ha estado encabezada por Beyoncé, la estrella del pop que bate récords de gramófonos. Sin embargo, en la edición del 2023 comparte escalafón con un grupo no tan conocido fuera de Estados Unidos. Se trata de Maverick City Music, que alcanzó también cuatro galardones en la ceremonia celebrada en Los Angeles este domingo 5 de febrero.

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Originario de Atlanta (Georgia), este grupo fue premiado en las categorías de Mejor canción-interpretación Góspel por ‘Kingdom’, Mejor canción-interpretación de Música Cristiana Contemporánea por ‘Fear is not my future’, Mejor Álbum de Góspel por ‘Kingdom Book One Deluxe’, y como Mejor Álbum de Música Cristiana Contemporánea, por ‘Breathe’. Los tres primeros premios los compartieron con Kirk Franklin, aclamado artista cristiano que cuenta ya con 18 Grammys en su haber.

Maverick City tal vez no sea un nombre demasiado conocido a nivel social o mediático. Pero el grupo sí es muy conocido entre los evangélicos, dado que algunas de sus canciones han entrado con fuerza en el repertorio de alabanza de grupos de jóvenes y campamentos en los últimos años, y también en la alabanza congregacional.

Trayectoria

Maverick City Music comenzó en Atlanta en 2018, como una iniciativa liderada por Tony Brown y Jonathan Jay para generar un espacio de creación musical compartida a través de jornadas de convivencia y campamentos para compositores y artistas. De esta labor nació un proyecto que involucra a muchos artistas produciendo una música de fusión entre el género góspel y la música de alabanza contemporánea.

Ya el año pasado fueron galardonados en los Grammy por el Álbum 'Old Church Basement', en este caso en colaboración con Elevation Worship. Durante 2022 también desarrollaron el proyecto en colaboración con Kirk Franklin, con quien han estado de gira presentando el álbum que ha resultado también premiado en esta edición.

Maverick City Music también actuó durante la ceremonia, con una canción en la que se homenajeaba a figuras musicales fallecidas el pasado año.

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Al recibir los premios dieron gracias a Dios por poder llevar adelante su trabajo musical. “Dios nos ha permitido presentar voces que no siempre son escuchadas”, expresaba una de las integrantes del grupo al recordar que parte del álbum había sido grabado en un Centro Penitenciario correccional. “Hemos podido transmitirles que Dios les ama, sin importar en qué momento de la vida se encuentren o los errores que hayan cometido, y estamos honrados de poder llevar este mensaje”. A lo que Kirk Franklin agregaba que “la música góspel está viva”.