¿Cuánto ha subido el precio de la leche? En los países de la Unión Europea, la mayoría de las familias con niños pueden responder a esta pregunta con resignación.

La respuesta es un promedio del 31 % entre diciembre de 2021 y 2022, con países como Bélgica, Hungría y Lituania donde el precio del litro salta más del 50 %.

Alarmante es también el costo de los cereales (+45%) y los huevos (+43%). Las carnes más consumidas (aves, cerdos, bovinos) subieron más del 20% en Europa, y las verduras lo hicieron en torno al 10%.

Todo esto se suma a las cifras finales de inflación. En los países que utilizan la moneda Euro, cerró 2022 en un 9%. Ningún país vio un aumento generalizado de precios por debajo del 5% (en años anteriores, la media rondaba el 2%), y la población de los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) fue la que registró los datos de inflación más altos en niveles entre 17% y 20%.

Estas cifras oficiales compartidas por Eurostat (la oficina oficial de estadística de la Unión Europea) reflejan el repentino empobrecimiento de la población en Europa, atribuido a la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania.

Un problema de vivienda

Las últimas estadísticas en la Unión Europea confirman que otras necesidades básicas de las familias, como la vivienda, han batido máximos históricos. El precio de las viviendas ha aumentado una media del 48 % desde 2010. Se duplicó con creces en Lituania, Letonia, Chequia y Austria, mientras que en Estonia y Hungría los precios se dispararon (+199 % y +174 %) en el mismo período.

Alquilar una casa solo se ha vuelto más barato en Grecia. La falta de edificios de apartamentos en las ciudades europeas ha hecho subir el precio general sin interrupción en la última década.

Estas realidades explican en parte la edad tardía a la que muchos dejan el hogar de sus padres. Según las estadísticas de 2022, los jóvenes abandonaron el hogar de sus padres en promedio a la edad de 26,5 años. En Portugal, Grecia, Eslovaquia, Austria, la media de edad estaba por encima de los 30 años. Por el contrario, Suecia (19 años), Finlandia y Dinamarca (21), registraban las medias más bajas.

Salarios desiguales

Comparar los salarios en Europa es asomarse a un imposible. La “desigualdad de ingresos”, como la describe la UE, es clara cuando los ingresos entre países de Occidente y Oriente se ponen en el mismo gráfico.

En Dinamarca, el salario medio anual para un trabajo a jornada completa es de 63.300 euros, y de 50.300 en Irlanda. Esta renta es cinco e incluso seis veces superior a la percibida en países del otro lado de Europa, como Bulgaria (10.300), Hungría (12.600) y Rumanía (13.000).

El salario medio en la Unión Europea ronda los 33.000 euros.

Una herramienta más precisa para comparar el bienestar económico de los europeos es el Estándar de Poder Adquisitivo (PPS, por sus siglas en inglés), que mide el “grado en que las personas tienen igual acceso a los bienes y servicios producidos dentro de una economía nacional”.

Según esto, Luxemburgo, Países Bajos, Austria y Alemania (todos por encima de 23.000 PPS), son donde la gente obtiene más recursos por su dinero. Los países del sur y del este de la Unión Europea están en el extremo inferior: Rumania, Bulgaria, Grecia y Hungría (todos por debajo de 10.000 PPS) son los lugares donde es más probable que sufran pobreza económica.

La mayoría de los europeos tienen trabajo

Finalmente, un dato positivo. El desempleo sigue cayendo en la Unión Europea. La cifra del 6% a finales de 2022 es la mejor de los últimos quince años, mostrando una fuerte recuperación tras la crisis financiera del Covid-19.

Sin embargo, la situación no es tan buena para los menores de 25 años: el 15% no tiene trabajo (con una tasa de desempleo superior al 30% entre los jóvenes en España e Italia).