Para ser fuerte el amor debe ser agradecido

Es muy conocido el texto de la primera carta a los Corintios 7:4-13: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

Lo que acaba de concluir un estudio es que uno de los principales aspectos del amor (muy importante a la hora de aplicarlo en la práctica) es que “es agradecido”.

Una nueva investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Georgia (EE.UU.) y publicado en la revista Personal Relationships pone de relieve que una de las claves para fortalecer y mejorar la relación entre las parejas es la gratitud. Hablamos del poder de dar las gracias de corazón, de ser realmente agradecidos.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron una encuesta telefónica a 468 individuos casados a los que preguntaron sobre aspectos que cuantificaban el bienestar económico familiar, la comunicación existente entre ambos y las muestras de gratitud o con qué frecuencia se expresaba el agradecimiento al otro en la pareja.

Los investigadores descubrieron que la gratitud fue el mejor predictor, el más significativo, de la calidad del matrimonio.

“Hemos encontrado que sentirse apreciado y valorado por el cónyuge influye directamente en la percepción personal del matrimonio, en el interés por la relación y en la creencia en que esta será perdurable”, explica Ted Futris, coautor del estudio.

La investigación concluye que incluso en el caso de que la pareja esté experimentando situaciones de angustia y dificultades en otras áreas que podrían desembocar en un proceso de divorcio, la gratitud manifiesta del uno con el otro ayudaba claramente a proteger al matrimonio de estos extremos -como un escudo protector- y a promover resultados positivos para la relación.

Problemas financieros, estrés... estas y otras situaciones son el caldo de cultivo perfecto para una discusión. Sin embargo, el problema no es discutir sino cómo lo hacemos. Ahora también sabemos que si somos más agradecidos con el otro también estaremos cuidando la buena salud de nuestra pareja.

“Este es el primer estudio que documenta el efecto protector que el reconocimiento por parte de un cónyuge puede tener para un matrimonio. Creemos que es el hallazgo es significativo, ya que pone de relieve una herramienta práctica que puede ayudar a las parejas a fortalecer su relación, sobre todo si no son buenos comunicadores en situaciones de conflicto”, aclara Barton.