Los niños, en ellos está depositado el futuro de la sociedad. A medida que van creciendo adoptan las costumbres y parámetros de su entorno, no siempre siendo estos los más apropiados.
El
inicio de consumo de alcohol en España está situado en edades entre 13 y 14 años, convirtiéndose esta cifra en el centro de vergüenza para sectores como la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria.
ALCOHOL Y CRISTIANISMO
Hablar del alcohol en el mundo cristiano siempre es un tema que causa debate. Unos están a favor y otros no.
El pastor Marcos Zapata afirma que la Biblia no prohíbe que los cristianos tomen alcohol, aunque no se puede negar que hay varios textos que recomiendan mantenerse alejados. “Los cristianos están llamados a evitar la embriaguez (
Efesios 5:18). La Biblia condena la embriaguez y sus efectos (
Proverbios 23:29-35). Como hijos de Dios no debemos permitir que ninguna cosa nos domine, ya que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. (
1ª Corintios 6:12;
2ª Pedro 2:19)”.
Zapata entiende que hay varios versículos bíblicos que no se oponen a que las bebidas alcohólicas sean consumidas entre los evangélicos. “Acordémonos de Jesús en las bodas de Caná, convirtió el agua en vino, lo que nos indica que tal vez bebía vino con normalidad, sino no se explica la acusación de la que él mismo se hace eco en Mateo 11: 19:
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publícanos y de pecadores”.
El también terapeuta familiar resaltar la recomendación de Pablo hecha a Timoteo, por causa de su salud, que tomase vino en lugar de agua. (
1ª Timoteo 5:23)
Resalta que “un cristiano jamás debe embriagarse y, por supuesto, no caer en la adicción al alcohol en cualquiera de sus formas. Y tengamos en cuenta que la Palabra de Dios también prohíbe a un cristiano hacer lo que quiera que pudiera ofender a otros cristianos, o a hacer cualquier cosa que pudiera animarlos a pecar contra su conciencia (
1ª Corintios 8:9-13)”.
LOS ADOLESCENTES Y EL CONSUMO
Marcos Zapata aconseja que “debemos alertarnos como educadores y padres del arraigo del fenómeno del
botellón entre los menores y de la elevada frecuencia de las borracheras y de los atracones de bebidas alcohólicas, cuyo uso se está generalizando (casi el 84% chicos de 14 a 18 años ha probado el alcohol alguna vez y el 74% lo ha hecho en el último mes).
El 81,9% de los estudiantes dice haber consumido alcohol en el último año,es una cifra muy alta que refleja la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Según esta encuesta
,el alcohol y el tabaco, siguen siendo las drogas más consumidaspor los estudiantes españoles.”
Las cifras reflejadas anteriormente provienen de la
Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2012-2013. “En ella nos encontramos que el consumo de alcohol entre los escolares españoles de entre 14 y 18 años ha aumentado en los últimos dos años. Pese a este aumento, sube ligeramente
la edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas, que se sitúa en los 13,9 años. La buena noticia es que confirma la tendencia descendente en el consumo de cannabis, que se ha reducido en un 36% desde 2005 entre los escolares”, puntualiza Marcos.
La encuesta, que incluye una muestra de 27.500 estudiantes de entre 14 a 18 años, de 750 institutos o centros de formación profesional públicos y privados de toda España, es muy representativa, por lo cual el terapeuta aconseja que no se debe pensar que los jóvenes en las iglesias son ajenos a estas tendencias.
“Aunque anteriormente la edad de inicio del alcohol, que se sitúa en los 13,9 años de media y aunque subió respecto a la anterior encuesta, que era de 13,7 años, no dejo de valorar que continúa siendo una edad de inicio muy temprana”, considera el pastor evangélico.
Entiende que el problema radica en que es una edad muy prematura y los expone a otras sustancias, 4 de cada 10 consumen dos o más sustancias. Ante esto los adolescentes perciben el alcohol como la sustancia menos peligrosa, incluso menos que el tabaco.
A esto se une lo asequible y fácil que es conseguir bebidas alcohólicas, en el supermercado, en bares o pubs, que son los lugares donde con más frecuencia los adolescentes consiguen el alcohol, pese a que la venta a menores está prohibida.
¿POR QUÉ CONSUMEN?
El pastor continua exponiendo que “los adolescentes beben por muchas razones. Algunos crecen viendo beber a sus padres o a otros adultos. También ven a personas que beben en las películas, la televisión o las publicidades de revistas. Ver el consumo de alcohol hace que sea más probable que los adolescentes beban”.
“La socialización de muchos adolescentes se vincula a modelos de ocio relacionados con el alcohol, el botellón, salir con los amigos de noche o fiestas de todo tipo. Por lo general, hay presión de los amigos o los compañeros de clase para beber.
Un adolescente puede beber para amoldarse a los amigos, o para parecer más popular o maduro. También pueden beber para reducir la ansiedad o para sentirse más seguros de sí mismos”, expresa.
Entiende que “un adolescente que tiene problemas de ansiedad o depresión puede consumir alcohol para hacer frente a esos sentimientos. Otras cosas que podrían llevar a un adolescente a beber es que haya otros miembros de la familia con problemas con la bebida; también el divorcio de los padres u otras situaciones de tensión familiar; por supuesto el abuso físico o sexual o la muerte de un familiar o amigo cercano. Todas estas
situaciones estresantes son un riesgo potencial de consumo de alcohol”.
EL PAPEL DE LOS PADRES
Marcos Zapata aconseja que como cristianos se deba evitar sermonear a los hijos respecto a lo correcto o incorrecto de beber: no sirve, no tendrá efecto sobre ellos.
¿Qué hacer pues? Como en tantas otras cosas
la clave pasa por desarrollar una buena relación que permita una buena comunicación entre padres e hijos. Aporta algunos consejos:
- Establece una relación de amor y confianza con tu hijo. Haz fácil a tu hijo hablar honestamente contigo.
Habla con tu hijo acerca de la realidad del alcohol, las razones para no beber y las formas de evitar beber en situaciones difíciles. Aprovecha las situaciones naturales en las que haya alcohol presente, para charlar sobre ello.
- Es importante que vigilemos las actividades y amistades de nuestros hijos, dándoles otras alternativas de ocio que no incluyan alcohol.
- Si hay posibilidad
es bueno que nos reunamos con otros padres para crear estrategias comunes sobre el consumo de alcohol, para ello la iglesia o el Instituto son lugares donde encontraremos a padres y madres con la misma inquietud.
- Alienta a tu hijo adolescente a evitar situaciones que hacen probable el consumo de drogas o alcohol. Enséñale sobre cómo hacer las cosas y cómo comportarse cuando el alcohol está disponible.
- Asegúrate de que tu hijo o hija tiene una forma de ir y volver a casa cuando salga de noche y que sabe que puede llamarte para llevarle a casa en cualquier momento. Recuérdale que no vaya nunca con alguien que tomara alcohol o consumiera drogas.
- También recomiendo
que se creen reglas familiares acerca del consumo de alcohol en adolescentes y se definan las consecuencias de saltarse las normas.
- Y por supuesto, debemos dar un buen ejemplo con nuestra propia conducta respecto del consumo de alcohol.
- Una cosa más,
aprendamos a conocer las señales de advertencia de un adolescente que tiene problemas con la bebida y busquemos ayuda para nuestros hijos de inmediato si vemos que ya no controla el consumo de alcohol.
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