Perseverar, clave de la felicidad

El matrimonio, como el vino, mejor ‘gran reserva’ que joven

Un estudio en Australia concluye que las parejas 40 años juntas son más felices que las que llevan 12 meses. El peor año del matrimonio es el primero.

MELBOURNE 11 DE ENERO DE 2013 23:00 h

El matrimonio, como el vino, mejor ‘gran reserva’ que joven

¿Cuándo se es más feliz en el matrimonio? ¿Al cabo del primer año o del cuadragésimo? Pues según un estudio realizado en Australia, las parejas cuarenta años juntas está más satisfechas con su situación. La perseverancia es la clave para la felicidad en el matrimonio, según el estudio australiano.

Esta autora, de origen judío, llegue a la conclusión en su trabajo que el peor año es el primero, aunque los cinco primeros años del matrimonio son «críticos» y «vulnerables».

«Se tiende a pensar que el arrebato de felicidad de los recién casados desvanece con el tiempo, pero no es el caso», sostiene Weinberg. Añade: «Se producen grandes cambios en el primer año del matrimonio y no todos son agradables». Está, por ejemplo, la tensión por los gastos de la boda, y probablemente por la adquisición de una vivienda.

La situación de la pareja tras las primeras semanas acaba en lo que Weinberg llama «la resaca». Muy atrás se queda enseguida la imagen de la boda como «el día más feliz de la vida».

PAZ MÁS ALLÁ DE LA TORMENTA
Para el buen engranaje marital se necesita un tiempo de recorrido. Por lo tanto, es importante no desanimarse ante las primeras dificultades que surgen, a veces con virulencia, en los doce primeros meses. Al menos eso escribe la directora del informe, Melissa Weinberg, una psicóloga del Centro para la Calidad de Vida de la Universidad de Deakin, en Australia (Deakin University’s Australian Centre on Quality of Life).

Weinberg publica un índice para llamar la atención pública (especialmente de los políticos) sobre los factores sociales del bienestar. La psicóloga australiana insta a las parejas a que consideren que la situación mejora en el segundo año y a partir de entonces se va alcanzando un nivel de bienestar que se mantiene e incluso aumenta hasta los cuarenta años y más allá.

Weinberg afirma que el matrimonio contribuye de forma positiva a la sensación general de bienestar; «las parejas casadas están mejor, en términos generales, que las solteras, las divorciadas, las separadas o las viudas».

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