Para hacer frente a un problema social como el abuso contra la mujer, la Sociedad Bíblica Boliviana se ha sumado a la acción de centros de acogida, instituciones e iglesias, con el objetivo de que quienes son abusados conozcan la Palabra de Dios y puedan entregar sus vidas a Jesús.
De esta manera, con la ayuda de un amplio material y la Palabra de Dios, están convencidos que pueden ayudar a las mujeres a experimentar la sanidad de sus heridas y el fortalecimiento de sus lazos familiares superando los traumas y consecuencias de la violencia sufrida.
El abuso no conoce fronteras y es un desafío permanente para quienes luchan desde sus posibilidades para evitarlo, pero también para ser canal donde los corazones sean sanados y muchas mujeres puedan ver restauradas sus vidas para encaminarse a un futuro mejor.
Profesionales, iglesias e instituciones especializadas se unen para brindar a las victimas asistencia espiritual y ayuda psicológica.
Sociedad Bíblica Boliviana a través del proyecto “Vitaminas de amor para la mujer herida” proporciona material desde una perspectiva y valores bíblicos que ofrecen esperanza, respuestas y consuelo a quienes sufren daños físicos, sicológicos y sexuales por parte de sus agresores.
ENTIDADES PARTICIPANTES
El material para el desarrollo de este proyecto está disponible para las instituciones que lo soliciten mediante una carta en la que deben indicar la cantidad de personas a las que pretenden llegar y el tiempo determinado para hacerlo. Posteriormente, deben redactar un informe detallando en qué forma el material entregado ayudó a las personas que lo recibieron.
“El informe pretende conocer a fondo la situación de las personas maltratadas para así poder ayudar más y mejor”, indican los organizadores. “El énfasis es la enseñanza bíblica, a fin de fortalecer mediante la Palabra de Dios los valores familiares dentro de esos hogares dañados que necesitan que se les muestre un camino hacia la salida de su dolor”.
Las iglesias que solicitan este material trabajan directamente con mujeres víctimas de abuso y por lo tanto tienen ministerios encargados de aplicar ayuda social y sicológica. En los centros de acogida se trabaja no solo en la rehabilitación interior de las asistentes, sino también en la enseñanza de oficios, a fin de que puedan valerse por sí mismas para trabajar y sostener a sus hijos
TESTIMONIOS
La Sociedad Bíblica ha dado a conocer algunos casos de mujeres mujeres valientes que, gracias al consuelo y esperanza que encontraron a través del material proporcionado, hoy pueden compartir el testimonio de cambio en la situación de sus hogares, gracias a la entrega de sus vidas a Cristo y la lectura de su Palabra.
Una de las protagonistas de estos testimonios tiene dos hijas, mientras que otra tiene tres y han sufrido ambas abuso sexual y físico por parte del padre. En ambos casos, las beneficiarias expresan que estuvieron a punto de abandonar a sus hijos en hogares de acogida o con familiares (familiares con problemas de adicción o alcoholismo) con quienes pensaban que tendrían un mejor futuro.
“Cuando era joven, mi madre siempre me hablaba de Dios, pero yo nunca hacía caso, aunque iba a la iglesia me parecía aburrido por lo que yo me escapaba para no ir. Con el tiempo, me casé y tuve dos hijas, y los problemas comenzaron. Mi esposo no quiere trabajar siempre y cuando trabaja, no me comparte sus ganancias y yo tengo que mantener a mis hijas sola. Cuando mis hijas crecieron y comenzaron a darse cuenta de que mi esposo me maltrataba físicamente, comenzaron a ponerse rebeldes en el colegio y en la casa por el miedo que les ocasionaba porque cuando ellas decían ´no le lastimes a mi mamá´ él las golpeaba a ellas también. Con el tiempo gracias a la intervención de mi madre, mis hijas, comenzaron a asistir a la iglesia y de esa forma conocieron a una persona que nos presentó todos los materiales que la Sociedad Bíblica me regaló”, relata ´María´ (nombre ficticio).
“Esa persona, nos habló sobre la Biblia y sus enseñanzas, me hizo notar que Dios me ama y que mi vida es importante para El, esto me hizo sentir renovada, me dio fuerzas para continuar adelante con mis hijas y enseñarles también a ellas, que nadie les puede tratar como mi esposo me trataba, ahora tengo fuerzas y no tengo miedo. Ahora sé que Dios nos puede sacar a mis hijas y a mí, de esta triste forma de vida”, concluye ´María´.
OTRO CASO
El caso de ´Marta´ (también un nombre ficticio) es muy delicado y complicado. Ella vive sola con sus dos hijos y una hija. Los tres sufrieron abuso sexual por parte de sus primos mientras su madre salía a trabajar. Esto afecto en gran manera el trato de la madre hacia los hijos. Aunque ´Marta´ ha solicitado que se den a conocer más detalles sobre su vida familiar, sí desea compartir sobre el efecto de la Palabra de Dios en su vida.
“Mi vida era un mar de lágrimas y vergüenza por lo sucedido en la vida de mis hijos, el abuso físico por parte del padre, me hundió en una gran depresión y vergüenza lo que me amargaba la vida grandemente. Gracias a que uno de mis hijos asistió a un centro de acogida recibimos ayuda de una sicóloga cristiana quien también se encargó de presentarnos la Palabra de Dios”, relata.
Una vez que ´Marta´ y sus hijos comenzaron a recibir este tipo de ayuda, su forma de pensar comenzó a cambiar, superando la depresión y el temor, encontrando nuevas fuerzas en la Palabra de Dios.
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