Se trata de un complemento a esta primera Guía de la Comisión de Familia de la Alianza Evangélica, que se titulará Señales Invisibles.
Esta semana se celebra el día internacional contra la violencia de género, y dentro de este marco conmemorativo recordamos que la Alianza Evangélica editó este año la
GUÍA DE ACCIÓN PASTORAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO. Entrevistamos a Marcos Zapata, coordinador de la edición.
Redacción (Red): Tras casi un año de la edición de la Guía ¿Cuál ha sido su acogida y repercusión?
MARCOS ZAPATA (MZ): Los resultados son muy satisfactorios, más de 100.000 descargas de la Guía desde su publicación nos hablan de la buena acogida que ha recibido el material. Nos han escrito multitud de personas dando las gracias por la herramienta, desde psiquiatras y abogados, a pastores y mujeres y hombres sensibilizados en la lucha contra esta lacra.
Red: ¿Cuál es la clave de esta buena recepción?
MZ: Primeramente creo que se cubrió un área no abordada a nivel de publicaciones dentro de la Iglesia Evangélica. En segundo lugar creo que el éxito de la Guía está en su contenido y en su formato. El contenido es triple: fundamentos sobre el maltrato; herramientas prácticas para el abordaje del maltrato; y un acercamiento pastoral al fenómeno en nuestras iglesias. En relación al formato la clave está en la total gratuidad del material y la presentación y maquetación de la Guía, que la hace atractiva y fácil de leer.
Red: ¿Cuál es la situación del maltrato de género a día de hoy en España?
MZ: Hasta este día han asesinado a 54 mujeres. Murieron a manos de aquellos hombres que decían que las amaban. Los números son espantosos, pero detrás de cada cifra hay familias rotas, hijos maltratados, huérfanos, padres desconsolados… y parece que la ley no logra atajar esta situación.
Red: Te refieres a la Ley Integral contra la Violencia de Género, ¿ha servido para algo esta ley?
MZ: Es evidente que la ley no acaba con la transgresión. La ley lleva seis años en vigor y aportado grandes recursos de protección e intervención, sin embargo muchas mujeres siguen sin denunciar, lo cual impide que se desplieguen los elementos protectores de la ley. Los datos nos dicen que tres de cada cuatro asesinadas no presentaron denuncia, y de aquellas que sí denuncian algunas se quejan de falta de medios para la protección real, siguen sintiendo miedo ante los fallos de la protección; sólo hay que pensar que hay violentos que rompen y quebrantan la orden de alejamiento con relativa facilidad.
Red: ¿Cuál es la razón de que tan pocas mujeres denuncien su situación?
MZ: Las razones son varias, según cada mujer. Unas no denuncian por lo más elemental, tienen un miedo terrorífico a las consecuencias, prefieren aguantar que asumir las posibles reacciones que el agresor ejercerá sobre ellas cuando sepan que han denunciado; otras tienen una dependencia económica; otras porque piensan que si se tienen hijos es mejor aguantar; otras por dependencia emocional, etc; lo que sí vemos es que hay una serie de mentiras o mitos instalados en la mujer o en la familia que hace que se perpetúe el maltrato. En la Guía dedicamos un apartado a denunciar estos mitos y aclararlos, al sacarlos a la luz estamos ayudando a mucha gente. Recomiendo encarecidamente la lectura de esta sección dedicada a los mitos y falsas creencias sobre la violencia de género.
Red: ¿Qué retos hay por delante en relación a la violencia de género?
MZ: Si cada año denuncian unas 130.000 mujeres, según datos del ministerio de Sanidad, se estima que unas cuatrocientas mil más no lo hacen, y parte de esas mujeres también son parte de nuestras iglesias evangélicas. Tenemos que ser parte de la solución, no del problema, tenemos que desplegar, como responsables pastorales de la iglesia, todos los recursos de protección sobre la mujer maltratada. Tenemos que denunciar, perder nosotros el miedo a las consecuencias. Si una comunidad entera, la iglesia, llega a tener miedo de un agresor, ¿cuánto más una mujer sola? Mientras la autoridad, policía y fiscales, no tengan la denuncia en su mesa no pueden iniciar las diligencias previas al proceso y desplegar los recursos de protección sobre la mujer y su familia.
Red: Desde la Alianza Evangélica ¿qué proyectos tenéis para atajar esta maldición de la violencia de género?
MZ: Estamos acabando de producir una segunda parte a la
GUÍA DE ACCIÓN PASTORAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, es un complemento a esta Guía, que se titulará Señales Invisibles.
Red: ¿Puedes adelantarnos algo del contenido?
MZ: Desde los poderes públicos, desde la publicidad y desde los diferentes ámbitos de la sociedad se ha abordado el maltrato de género casi exclusivamente sobre las formas más evidentes y trágicas de dicho maltrato. Sin embargo, si aceptamos que la violencia de género es toda acción que coacciona, limita o restringe la libertad y dignidad de las mujeres, podemos comprobar que quedan ignoradas múltiples prácticas de violencia y dominación masculina en lo cotidiano, algunas consideradas normales, algunas legitimadas y otras hechas invisibles, por lo que se ejecutan impunemente. Al desconocer estas prácticas, no son percibidas ni por la propia mujer, ni por su familia, ni por los profesionales que les ayudan, o si son percibidas se aborda sin crítica alguna, por lo que ayudan a perpetuarlas. De ahí la necesidad de sacar a la luz estas prácticas, para ello, desde SEÑALES INVISIBLES se tratará de describirlas y sacarlas de las tinieblas a la luz.
Red:Muchas gracias Marcos por la labor que realizáis desde la Comisión de Familia de la Alianza Evangélica. Estaremos atentos a la publicación de Señales Invisibles y mientras seguimos recomendando ver y descargar la
GUÍA DE ACCIÓN PASTORAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
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