Comprometido con la Cruz de sangre. Comprometido con el vientre con Hambre. Comprometido…
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No conviene ser moderno sin antes ser arcaico.
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Delibes, autor de
El hereje, fue inmigrante en Chile. Acaba de morir y muchos hablan elogiosamente de él. En su sano juicio, pues principiaba enero de 2005, dijo: “Debe liberalizarse totalmente la inmigración, o que entre quien quiera. Los países grandes que ayuden a los pequeños para que nadie se quede sin trabajar ni comer”. No sé si los políticos que flanqueaban su féretro acatarían hoy tal deseo. Respecto a los que nos consideramos seguidores de Cristo, aunque en teoría debemos aplaudir decir tan fidedigno con las enseñanzas del Rabí, lo cierto es que pocos, muy pocos, votamos por leyes de tal apertura. Por no abrir, no abrimos ni nuestras casas a quien no sea de nuestra familia de la sangre o, en mucha menor medida, a los más cercanos de la familia de la fe y a ciertas amistades sin antecedentes penales.
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Soy el morador de tus costas. También tu viñador.
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Decís: “¡Tempestades!”, mas sólo cae una llovizna. Nefasta es la exageración.
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Hermosas son las flores de loto. Pero recuerda que no florecen sobre el mármol sino sobre el lodo.
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Silenciar la Voz disidente es un despropósito en el que incurre toda dictadura. La actual Cuba de los Castro es un ejemplo perfecto, pero también sucede más cerca de nosotros, donde menos se piensa.
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Pararrayo espiritual es el poeta auténtico: da palabras de aliento y muestras de un inmenso Amor que rescata desde su instinto. El notable Rubén Darío fue más lejos:
“¡Torres de Dios! ¡Poetas!/ ¡Pararrayos celestes,/ que resistís las duras tempestades,/ como crestas escuetas,/ como picos agrestes,/ rompeolas de las eternidades!//… Esperad todavía./ El bestial elemento se solaza/ en el odio a la sacra poesía,/ y se arroja baldón de raza a raza...”. ***
Mi Cielo son las Bienaventuranzas.
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Reconoce al que no se disfraza: que no enmudezca tu Corazón el lento milagro de la gratitud.
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No te embriagues de altivez: ello sólo es prueba de tu inseguridad.
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Desgarramos el alma de Cristo cuando dividimos la congregación.
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¿Cómo de grande es tu compartir? Cesa tu fervor por acatar rituales y vuélcate hacia tus semejantes.
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Mujer, veo tu brazo sobre los hombros de una niña ajena, cantando juntas: magnífico ejemplo para la familia de la fe.
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La ofrenda, si no tienes bien alguno, no debe ser motivo de tribulación. Tu corazón es la mejor ofrenda.
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Fracaso: no hay fraude en tal tesitura.
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Esta crisis ecológica no se detendrá si antes no se resuelven las desigualdades, lo que implica cambiar de modelos de vida de gente acostumbrada a la ostentación. Hay sobreconsumo de unos más pudientes, lo que actúa como un espejo para la población con menos recursos: estos no dudan en imitar a quienes marcan la pauta de los modelos de consumo.
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Ningún daño podrá inflingirte el batallón de malévolos que sitia tu refugio. Tu corazón conoce del Rescate duradero.
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Centinela de tu aprendizaje soy, hijo mío. Un padre no desea desdichas para su retoño.
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La Poesía humaniza al humano y proporciona mayor capacidad de asombro ante la vida, pues le hace coexistir a diario con el Niño que todos llevamos dentro. Poesía es Resurrección, es milagro, es conmoción espiritual. Poeta es el Padre: “En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”. Poeta es el Hijo: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…”.
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Estamos convirtiéndonos en una sociedad del miedo.
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Sin sufrimiento, sin carencias, es difícil aprender a ser comprensivo y compasivo. Si no le sucede algo grave, el hombre es remiso a prodigarse con el Otro.
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