Breviario del sosiego/ 15

La infancia es una heredad que sustenta a todo poeta auténtico. De ahí que su palabra inocente exponga del hombre lo bueno y lo malo más profundo.


Anhela una paz que ablande perversos odios.


Ciencia, ciencia, ciencia: en estos tiempos hay como un culto monjil a la razón, cuando bien sabemos que las emociones asumen la totalidad del hombre, de ese hombre concreto cuya alma y sus contornos están inundados de arte y poesía. Debemos sentar las bases de una renovada concepción humanista que, siendo humilde, resulte victoriosa.


Lo heroico es querer seguir adelante en un mundo muchas veces asqueante.


Una piedra musgosa colorea el cielorraso de nuestros olvidos.


Ten espíritu reformador y cosmovisión del mundo ladeada hacia el infinito; ten voluntad de compromiso total, ecuménico. Y no te quite el oxígeno cualquier incomprensión eclesial, pues el Cristo permanece en la vida actual y en la futura.


No estoy en contra de los avances científicos, pero de ahí a su deificación…


Esa persona es tan ingrata que saluda como las moscas, pegajosamente.


El envanecido cree haberse burlado del humilde de vigoroso pensamiento. Su actitud lo dejará desnudo ante los demás.


Tratándose de lo escrito, sigo manteniendo una fe inquebrantable en la Poesía, porque habla de cosas esenciales y no se somete ni al mercado ni a modas deplorables. Por ello, si el artista no asume su papel romántico, será un beato más robotizado por la ciencia y la tecnología.


Tu ira semeja el ruido de la muchedumbre.


Bienaventurado también es el que está lleno de eternidad y entabla un magno coloquio con el Señor de la cruz hecha de sangre. Este coloquio, gracias a Dios, siempre estará más allá del pensamiento lógico.


El conspirador lleva pesada carga.


¿Acaso el ser humano no vive en perdurable exilio? Cierto que existen grados de exilio: yo apuesto por el intraexilio, deshilvanando paisajes y emociones, cosas de la existencia más nutrientes que cualquier manifiesto.


La poesía es una tabla de salvación, tanto para el que la escribe como para el que la lee. Máxime en las crisis de valores de los tiempos modernos, porque ahora es cuando está alcanzando la cúspide de su valor espiritual.


Préñense con el manantial que brota de lo sagrado: con su serena alegría, con su esperma que lentamente aprieta el óvulo de los sueños.


El ojo inocente capta ausencias que para otros son leyenda.


Nuestro pasado era independiente, pero ahora arrastramos juntos el corazón sin punto débil.


Debiste pedir asilo más allá de ese lugar de pesadumbres.


Hay dardos inclementes que abaten palomas blancas. Hay adioses sin por qué. Hay historias tristes que derivan por las venas. Pero también hay una boca llena de besos que embriaga los puntos cardinales de mi espíritu


Hermanos, ¡apartaos de las deslealtades!


Lo definitivo es la viva relación con Cristo, sin abstracciones ni metáforas. Húndete en sus raíces, emula sus experiencias y mastica el maná de su pensar. Así no habrá mentira en tu corazón.


Reproches entre políticos chabacanos: ¡qué pobreza!, ¡qué espectáculo tan obsceno!


Fascinación por la mujer amada, por su rol encantatorio. Dios nunca podría negarme ese derecho al temblor ardiente.


Alguien grande enterró un Tiempo y esculpió un Reino nuevo en la Tierra: con él se distingue pasado y porvenir. Él nos emancipó de las decadencias: esta deuda nunca podremos cancelarla, porque su Revolución sigue desnudando conciencias que no reaccionan ante la realidad social e histórica que les toca vivir. No olvidar las pulsiones y el alzamiento de la Voz en el lugar de la tragedia humana. Desde arriba o desde abajo, alguien grande silabea el Evangelio que nos guía.


Los escombros del disimulo son evidentes, porque derivan de una mísera moral.


Mondadura de la Gracia que me es devuelta cuando digo tu nombre y te izo con mi poder de acelerar las goteras del cielo.


No cicatriz: otra herida más.