Breviario del sosiego/6

La paz también se mantiene con sonoras muestras de repulsa. Palomas y olivos no son suficientes.


Mis oraciones vibran en lo profundo, pues así presiento que llegan sin barullo al taller de la Creación. No olvidéis que la oración es la voz poética del alma que vuela hacia el connubio con Dios.


Si escucháis que el viento arrastra penas, profanando la serena armonía de vuestra casa, pensad al menos que un hombre está abatido o que un niño fatalmente languidece.


Por aquí los pájaros traen sonidos de la lluvia u ofrendas que envían las cosechas.


Esculpe tus palabras con oficio e intuición, manteniéndote poeta hasta el soplo final.


La tolerancia no debiera ser motivo de asombro, salvo cuando esté vacía de contenido o se aleje de lo justo.


Buscarán arrebatarte todo, pero nunca obtendrán la resonancia de tu eco.


En España no existe -en teoría- una única religión que goce del amparo del Estado. Pero los hechos demuestran que persisten regalías o discriminaciones más propias de épocas pretéritas.


¡Qué inmenso maestro de la fotografía es Velásquez!


Unidos color y canto nada te arrancará de la tierra. Se encienden luces y voces sobre la extensión de tus sentidos. Así, ni la muerte desllenará lo fraguado en las entrañas.


Si afuera las leyes angostan vuestro amparo, no olvidéis transitar por socavones apuntalados con la resina de amor.


¿Acaso dudas de que el tiempo en que vives está poblado del Espíritu? Hay quienes pueden verlo bajo la luz del presente.


¿Sobre qué ternura posar las palabras que fueron hallazgo tras la frontera de un vivir que a muchos altera? Seguro no faltará quien te pida que no abras tu zumoso corazón.


En el Reino del Misterio también crecen tréboles cuyo anhelo es escapar de la hiedra. Cosas tristes se cruzan con lo hermoso puesto en cuclillas tras lo oscuro.


Atrévete a leer aquello que conmueva, que te haga reflexionar cual enseñanza para sentir la vida e intentar descifrar sus enigmas. Sólo así te percatarás que lo sobrenatural está religado con el ser humano.


Siempre forastero, el hombre no requiere más papeles que aquellos donde poder escribir a sus seres queridos. Lo otro resulta papelería exigida para nada, pretensión de hacer otra llaga en la dignidad del inmigrante.