Este habla lleno de prolegómenos y construcciones gramáticas impredecibles, lleno de matices y saltos temáticos, es el que da verdadero título al segundo trabajo de Sufjan Stevens sobre los cincuenta estados:
Sufjan Stevens invites you to: Come On Feel the Illinoise, al que nos referiremos como
Illinoise, para abreviar, y que introduce un original juego de palabras (
noise significa ruido). Desfilan del mismo modo títulos de canciones sencillos de recordar:
The Black Hawk War, or, How to Demolish an Entire Civilization and Still Feel Good About Yourself in the Morning, or, We Apologize for the Inconvenience but You´re Going to Have to Leave Now, or, ´I Have Fought the Big Knives and Will Continue to Fight Them Until They Are off Our Lands!, por ejemplo (traducción:
La Guerra de Black Hawk, o, Cómo derribar una civilización entera y sentirte cómodo contigo mismo por la mañana, o, Pedimos perdón por la interrupción pero tienen que marcharse ahora mismo, o, He luchado contra los Cuchillos Grandes, y seguiré haciéndolo hasta que se larguen de nuestras tierras.)
Stevens nos invita a conocer y a disfrutar un disco de grandes arreglos y variedad de instrumentos, vital y emocionante. Nos guía por un estado llano donde podemos ver platillos volantes entre los largos tendidos eléctricos, surcando crisis existenciales y prados donde viven osos, pioneros del blues, zombies que se llaman Ronald Reagan, Michael Jordan y Al Capone, con un skyline al fondo en el que se recortan las imponentes Sears Towers, a las que
visita de vez en cuando Superman, que vive en el mismo estado, en Metrópolis, al sur del estado, justo en el lado opuesto, aunque para el héroe de la mitología norteamericana esto no debe suponer ningún problema. A las afueras de la gran urbe, está Egipto, y en la puerta, Benny Goodman se sacude la arena de los pies con ayuda del swing, mientras Louis Armstrong emprende su propio éxodo.
Illinois también es el lugar de nacimiento del poeta Carl Sandburg, los escritores Helen Keller y Ernest Hemingway, del arquitecto Frank Lloyd Wright, pero también de John Wayne Gacy Jr., y uno de los centros neurálgicos y físicos de sectas como la New Age y la Teosofía. Stevens da cuenta de todos estos nombres, además de acontecimientos como el gran incendio de Chicago en 1871, la guerra con los indios Sauks, la Ley Seca, o la celebración del día dedicado cada primer miércoles de marzo a la memoria de Casimir Pulaski, célebre instructor polaco de la caballería americana que inauguró una estrecha relación entre los norteamericanos y los inmigrantes polacos que crecieron en número durante el éxodo de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial. Todos estos elementos conforman la imaginería de un trabajo completo y maduro que nos guía por multitud de ciudades del estado, cada una de ellas con sus historias, atractivos, personajes imposibles de imaginar, y errores cotidianos.
El acercamiento a la Biblia en Illinoise no es tan evidente como en Seven Swans, pero es más concentrado, más impactante, como un aluvión de ruido celeste, acudiendo a uno con la decisión y trayectoria fulminante de un balón de fútbol americano (por cierto, elemento que se usó en una versión posterior de portada de la que hubo que eliminar a Superman por problemas legales, aunque es posible encontrar otras versiones: con unos globos en lugar de balón de fútbol, con un Al Capone de traje negro, de traje color aceituna…). La Palabra siempre estuvo allí.
En Casimir Pulaski Day, asistimos a una oración durante un estudio bíblico sin que “ocurra nada”, a pesar de que se apliquen consejos como los de Santiago 5:14 cuando alguien enferma; sin embargo, después de que una enfermera atraviese corriendo unos pasillos, suceden cosas interesantes. Se cita a Job (“Dios da, y Dios quita”, Job 1:21) y a través de la ventana el cielo habla:In the morning in the winter shade
On the first of March on the holiday
I thought I saw you breathing
Oh the glory that the lord has made
And the complications when I see his face
In the morning in the window
(Por la mañana en la sombra del invierno
en el primero de marzo, día festivo
pensé que te vi respirar
Oh, la gloria que el Señor ha puesto
y las complicaciones cuando veo su rostro
por la mañana en la ventana)Nunca es fácil detectar las señales del Dios del Progreso, como le llama Sufjan Stevens en Come on Feel The Illinoise: The World´s Columbian Exposition / Carl Sandburg Visits me in a Dream, una de las canciones de corto título del disco, donde Dios no sólo envía señales que se confunden constantemente por los habitantes de la tierra por la que se llora en la canción
Chicago;
también se busca sentido en poemas de Walt Whitman (
Decatur, Or, Round Of Applause For Your Stepmother!), las hazañas y decepciones de los Chicago Cubs, y la ayuda siempre en último momento del último habitante de Krypton. Porque es muy del ser humano sacar conclusiones precipitadas de lo extraordinario (
oir Concerning the UFO sighting Highlands, Illinoise), nos dice Sufjan Stevens una y otra vez, habiendo pasado por crisis existenciales que expone en un escenario de cartón piedra (aquí va otro título sencillo de retener para una pieza instrumental de gran belleza:
A Conjunction Of Drones Simulating The Way In Which Sufjan Stevens Has An Existential Crisis In The Great Godfrey Maze)... pero pone igualmente el dedo en la llaga de nuestra obnubilación por toda la solemnidad del ser humano, como describe en
The Seer´s Towers (otro juego de palabra entre
Sears, nombre real de las famosas torres de Chicago, y
seer, vidente), bajo cuyos pies se encuentra la salvación, aludiendo claramente a Isaías 7: 14, y a la inscripción del Monumento a Lincoln en Washington DC:
IN THIS TEMPLE AS IN THE HEARTS OF THE PEOPLE FOR WHOM HE SAVED THE EARTH (EN ESTE TEMPLO COMO EN EL CORAZÓN DE LA GENTE POR LOS CUALES SALVÓ LA TIERRA). Así llama Stevens a otro de sus bellos temas instrumentales, poniendo “earth” en lugar de “union”, como se lee en la inscripción del Monumento.
Tras este brillante derroche de ruido celeste, vino The Avalanch (2006), una especie de disco de rarezas con material no incluido en
Illinoise;
Songs for Christmas (2006), con villancicos de cosecha propia; y su documental
The BQE (2007), sobre la autopista que discurre por Brooklyn – Queens, para el que además compuso la banda sonora. Actualmente, Sufjan vive en el mismo Brooklyn, y quién sabe si preparando su siguiente disco sobre los grandes temas de los EEUU, o tramando un nuevo giro a su carrera que nos descoloque a todos.
Escrito por: Daniel Jándula
CANCIONES:
- Casimir Pulaski Day
- The Man of Metropolis Steals Our Hearts
- Out of Egypt
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